
La República Centroafricana fue el escenario de una tragedia el pasado jueves 26 de junio, cuando una explosión en un transformador eléctrico provocó una estampida mortal en el Liceo Barthélémy Boganda, en Bangui, capital del país.
El incidente se dio en medio del segundo día de los exámenes de bachillerato, dejando un saldo de al menos 29 estudiantes fallecidos y más de 260 heridos. El lamentable hecho ocurrió cuando más de 5.300 alumnos de cinco instituciones educativas se encontraban reunidos en el centro escolar para presentar sus respectivas pruebas.
Según los informes preliminares, la fuerte explosión generó una nube de humo y un estruendo que desató el pánico entre las personas que allí se encontraban. El caos y el miedo se apoderaron de los estudiantes en cuestión de segundos. Decenas de jóvenes corrieron en distintas direcciones; algunos incluso saltaron desde el primer piso del edificio en un intento desesperado por huir del lugar.
El director del hospital comunitario, Abel Assaye, confirmó que muchas personas perdieron la vida en el sitio, mientras que otras fallecieron durante su traslado a los centros asistenciales. Assaye lamentó las pérdidas.
“El ruido y el humo causaron una alarma masiva. El hospital está colapsando”, indicó. Entre los fallecidos hay 16 mujeres, incluyendo dos en estado de embarazo. Sin embargo, las autoridades sanitarias advierten que el número de personas afectadas podría aumentar en las próximas horas.
La explosión ocurrió cuando un transformador en mantenimiento fue reactivado. El artefacto, ubicado en la planta baja del edificio principal, provocó una sobrecarga que derivó en el estallido, cuyas causas aún están siendo investigadas.
Desde la presidencia del país africano se declararon tres días de duelo nacional y se aseguró que habrá atención médica gratuita para todos los afectados por la explosión. Por medio de sus redes sociales, el mandatario Faustin-Archange Touadéra expresó: “Mi solidaridad y compasión están con las familias, los profesores y los estudiantes que vivieron esta tragedia”.
De igual forma, el Ministerio de Educación de la nación decidió suspender de forma inmediata los exámenes, mientras el primer ministro, Félix Moloua, visitó a los heridos en el hospital. Testimonios de estudiantes sobrevivientes retratan escenas estremecedoras.
“Corrimos hacia una puerta, pero era muy pequeña. Muchos quedaron atrapados y aplastados”, relató uno de los alumnos al medio France Internacional.
En medios locales, padres de las víctimas expresaron su dolor: “Mi hija está en estado crítico. Si muere, mi vida también se acaba”, señaló uno de los familiares de una alumna que se encontraba en el lugar.