Turquía anunció nuevos ejercicios navales en el Mediterráneo oriental del 29 de agosto al 11 de septiembre en medio del empeoramiento de las relaciones con Grecia.
El país emitió un aviso internacional a navegantes (Navtex) sobre ejercicios de artillería y recomendó a los barcos de otros países a evitar la zona de las maniobras.
Las relaciones turco-griegas se agravaron después de que Ankara anunciara el 7 de agosto sus planes de reanudar las actividades exploratorias y de extracción de hidrocarburos en el Mediterráneo oriental.
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Todo ocurrió después de que Grecia firmara un acuerdo con Egipto de delimitación de fronteras marítimas, que Ankara calificó de ilícito y no válido.
A principios de agosto, Ankara informó que su buque Oruc Reis comenzaba las exploraciones sísmicas en el este del Mediterráneo, un área que Grecia considera su zona económica exclusiva. El país heleno puso a sus Fuerzas Armadas en alerta máxima.
El diálogo como camino
Líderes de la Unión Europea han declarado que el mejor camino para evitar que suba la tensión entre estos dos países es el diálogo.
Desde ya líderes en Alemania buscan ser los medidadores para evitar que haya más amenazas y altercados por esta explotación de hidrocarburos.
Sin embargo, Turquía ha amenzado con una guerra contra Grecia si este país balcánico amplia sus fronteras marítimas.
"Si Grecia que amplíe sus aguas territoriales no es causa de guerra, ¿qué lo sería?", ha apuntado Oktay en una entrevista con la agencia de noticias turca Anatolia.
Europa está a la espera de abrirse un camino de diálogo para evitar escenarios como estos y que las puertas puedan estar tranquilas y sin tensiones ni guerra de por medio.
