Más de 220 mil huecos de las calles de Bogotá serán tapados en los próximos ocho meses. Los llamados “romperrines” serán arreglados por medio de una tecnología especial de mezcla asfáltica en frío, inyectada por presión neumática y conocida como Velocity Patching. De esta manera, se espera reducir el tiempo de ejecución de las obras.
“Este método permite abrir el tráfico vehicular en un tiempo inferior a 15 minutos, mientras que en el método tradicional requiere más de 3 horas”, informó la Alcaldía Mayor de Bogotá.
La tecnología está aprobada en algunos países de Europa y África y se aplica en México. En Colombia es la primera vez que se pone en funcionamiento. Con ello además de generar rapidez en la recuperación de la malla vial, se busca un bienestar para todos los ciudadanos de Bogotá.
