La obsesión del hombre por explorar el universo motivó al investigador holandés Bas Lansdorp a crear un proyecto científico que tiene como objetivo establecer una colonia humana permanente en Marte.
El plan - tan ambicioso como fantástico - contempla enviar desde el 2018 en diferentes etapas, varios satélites que exploren las condiciones de habitad del planeta rojo (cultivo, salubridad, vivienda, oxigeno) para que finalmente en 2025 sea enviado el primer grupo de humanos que vivirán permanentemente en uno de los planetas más misteriosos y enigmáticos del sistema solar.
Además del insumo científico y técnico que se requiere para llevar a cabo el proyecto llamado Mars One, se necesita un musculo económico robusto y consistente, pues se estima que para llevar a Marte el primer grupo de cuatro astronautas, se requieren al menos $US 6 mil millones.
Pensando en la multimillonaria inyección económica que demanda el proyecto, Mars One se convirtió en un ambicioso reality show, quizá en el más grande de toda la historia.
Al convertir el proyecto científico en un espectáculo de televisión, se busca que patrocinadores e inversores hagan realidad el sueño de Bas Lansdorp. Por ejemplo, se espera que se consolide la alianza con Space X, una empresa norteamericana de transporte aeroespacial fundada en 2002 por Elon Musk, quien facilitaría los componentes de la misión: un vehículo de exploración, satélites, casas aeroespaciales, drones, entre otros elementos necesarios para la colonización espacial.
Las convocatorias para el reallity ya están en marcha, los interesados enviaron videos en el que explican por qué deben ser seleccionados. Según informaciones de la prensa holandesa las solicitudes superan las 50 mil. Cincuenta mil almas que son conscientes que el billete de viaje a Marte es de ida pero que no se asegura el regreso.
En los últimos meses se ha especulado que un poderoso emporio económico con sede en los Emiratos Árabes Unidos, está interesado en apoyar el proyecto, sin embargo, de acuerdo con la más reciente orden de la autoridad religiosa islámica conocida como fatua, dicho respaldo monetario no podría efectuarse o por lo menos no podría ser público.
De acuerdo con la orden religiosa, ningún musulmán podría ser parte del Mars One.
Quien profese esta religión y quiera vivir en Marte se debe abstener pues el viaje supone "un riesgo real para la vida”.
Al considerar que el viaje al planeta rojo supone un riesgo para la vida la autoridad islámica basada en el Corán lo prohíbe.
El comité de la entidad religiosa que prohíbe el vieje dirigido por Farooq Hamada, señala que “la protección de la vida contra todos los peligros posibles y mantenerse a salvo es un tema que se maneja en todas las religiones, y está muy claro en el versículo 4/29 del Sagrado Corán: No matéis a vosotros mismos o uno al otro”. “Es cierto que Allah es misericordioso alguna vez, pero..”, dijo el clérigo.
