La organización para la Clasificación interactiva de ciudades (Inrix), por sus siglas en inglés, que se dedica a monitorear el tráfico en las ciudades, calificó a Bogotá como la tercera más congestionada del mundo.
Escuche el homenaje a la radio:
Según el estudio, un ciudadano promedio de la capital perdió, en el último año, cerca de 272 horas en los trancones de Bogotá; por encima de lo que gastaron los habitantes de Roma en Italia, Dublin en Irlanda o París en Francia. Un ciudadano en Twitter publicó el promedio horario de la mayoría de ciudades en el mundo:
https://twitter.com/Phonetiks/status/1095479523678801921
El estudio difundido por la empresa afirma que la congestión en las ciudades es un fenómeno global indiscriminado que impacta dramáticamente a la población, la economía y la infraestructura; así mismo, permite la proliferación de plataformas de viajes compartidos. “De igual manera mejorar la movilidad en las ciudades requiere una aproximación según las necesidades de cada ciudad”, sostiene.
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Este estudio que midió el tráfico en 200 ciudades y 38 países busca entregar datos concretos a los conductores y a los creadores de política pública para que tomen mejores decisiones a la hora de desplazarse por la ciudad y de tomar medidas para mejorar el tráfico.
INRIX sostiene que la información recolectada proviene de distintas fuentes como vehículos conectados a internet, aplicaciones de tráfico, estudios meteorológicos, accidentes registrados en los medios de comunicación, autoridades, redes sociales, parqueaderos y otros servicios.
Según la publicación, Moskú, y Estanbul en Rusia; Bogotá en Colombia; Ciudad de México; y Sao Pablo en Brasil, son las cinco ciudades más congestionadas en el mundo, “el hecho de que las ciudades latinoamericanas estén en los primeros lugares no debe ser una sorpresa. Las altas tazas de urbanización, los altos niveles de asentamientos informales, las complicadas topografías y la volatilidad financiera hacen difícil mejorar los sistemas de movilidad”.
Sin embargo, la publicación asegura que esta situación de volatilidad de la población ha traído beneficios en materia de innovación, “los Buses de Tránsito Rápido (BRT) que comenzaron a desarrollarse en Curitiba, Brasil, y que se expandieron por toda la región mueven grandes volúmenes de personas de manera eficiente con pocos gastos de capital y son construidos en meses no en años”.
Destaca el ejemplo de la ciudad de Medellín donde los buses de tránsito rápido se han desarrollado de manera exitosa con sistemas de cable “que permiten a los ciudadanos que viven en las montañas acceder al sistema de transporte”.
