A esta hora, 142 millones de brasileros están llamados a las urnas para decidir en segunda vuelta, si quieren que el gobierno siga en manos de la presidenta de izquierda Dilma Rousseff, o cambie a manos del empresario de derechas Aécio Neves.
Las encuestas muestran una decisión bastante pareja; algunos sondeos hablan de empate técnico mientras que otros solo dan unos cuentos puntos de ventaja a la mandataria que se juega la reelección.
El pueblo de Brasil tiene una decisión difícil, pues no solo está en juego el nombre de un presidente, sino un modelo de país que hoy mismo entra en evaluación.
Rousseff, de 66 años y avalada por el Partido de los Trabajadores ha sido considerada una buena mandataria en administración social del país, pero en su equipo de gobierno se han destapado numerosos escándalos de corrupción que afectan a una de las joyas de la corona de Brasil: la petrolera estatal Petrobras.
Por su parte Aécio Neves se muestra como un gran administrados que podría mejorar la gestión de gobierno, recuperar el crecimiento económico y atraer la inversión extranjera.
Pero es un político de 54 años que proviene de una familia poderosa y acaudalada. El hecho de parecer un elitista, que apoya una liberalización mucho más agresivba dle mercado, no gusta a las clases medias ni bajas.
Las decisiones se conocerán hacia las 8 de la noche hora local.
