
La directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Cristina Plazas Michelsen, y su prometido, el señor Eduardo Benavides, decidieron postergar su boda, pactada para el pasado viernes a las seis de la tarde en Villeta, evento que se frustró después del arresto del novio.
La boda se iba a celebrar en el Club Payandé con más de 300 invitados, altos funcionarios del gobierno, figuras de la política y también algunos amigos llegados del exterior. Es la segunda vez que el matrimonio se posterga. El año pasado se aplazó por la muerte del padre de la novia, Édgar Plazas.
Un matrimonio para cien personas en ese exclusivo club, incluyendo música, menú especial, transporte, bebidas, decoración y otros, oscila entre los 80 a 100 millones de pesos, según un experto organizador de bodas que ha hecho matrimonios en ese lugar y que fue consultado por KienyKe.com.
Además, las fiestas en el club solo pueden llevarse a cabo con la autorización de algún socio. El Club Payandé también fue sede de las despedidas de soltero de los novios.
A la media noche del jueves, a pocas horas del matrimonio, Benavides contrató a un grupo de mariachis para sorprender a su novia. Sin embargo, en medio del calor de la fiesta y antes de empezar a cantar, agentes del CTI de la Fiscalía llegaron para arrestarlo.
Fuentes judiciales confirmaron a KienyKe.com que la detención se hizo en Villeta, donde estaban los novios, minutos antes del homenaje que Benavides le iba a hacer a su futura esposa.
El señor Benavides, investigado por la adquisición irregular de terrenos en Zambrano, municipio de Bolívar, fue puesto en libertad en las últimas horas por falta de pruebas, pero seguirá vinculado al proceso.
Vista del club Payandé, donde se tenía planeada la boda.
