El invento de este hombre originario de la India pudo salirle muy caro. Arunachalam Muruganantham por poco pierde a su esposa, su madre, su familia, su dinero y su lugar en la sociedad. En diálogo con la BBC confesó: "todo empezó por mi esposa".
Luego de que se casó con su amada Shanthi, Muruganantham entendió las dificultadas por las que debe pasar una mujer en su país. Durante la menstruación, la esposa del protagonista de esta historia buscaba con desespero trapos para hacer frente a la menstruación.
Sin embargo, el método de los trapos no es el único que utilizan las mujeres en la India al momento de mensturar. Muruganantham se enteró que en algunos casos las mujeres utilizan otras sustancias anti higiénicas como arena, aserrín, hojas y hasta ceniza.
Según explicó la esposa de Arunachalam, si usara toallas higiénicas "no quedaría dinero para comprar la leche". Fue en ese momento que trazó un solo objetivo: fabricar toallas higiénicas de bajo costo.
Fue precisamente ese invento el que sacó a Arunachalam Muruganantham del anonimato y de paso lo convirtió en el dueño de una gruesa suma de dinero. Creó y patentó una máquina con la que fabrica a bajo costo toallas sanitarias por menos de un tercio del costo comerciales.
Sin embargo, ese invento puso en riesgo sus relaciones personales con amigos, familia y sociedad.
Primero fabricó unas toallas higienicas con algodón sin embargo no fue fácil encontrar voluntarias para que probaran su invento según BBC "logró convencer a 20 estudiantes de que probaran sus toallas, aunque tampoco funcionó: el día que fue a recoger sus formularios con comentarios encontró a tres de las chicas rellenándolos a última hora, lo que le demostró que los resultados no serían confiables". Fue así que Muruganantham decidió probar su invento personalmente "me convertí en el hombre que usaba toallas sanitarias", relató.
¿Pero cómo hacerlo?
El hombre decidió fabricar un útero artificial. A un balón de fútbol le abrió dos huecos y allí vertía una mezcla con la que buscó simular la menstruación: Sangre de cabra que le regalaba un amigo carnicero, combinada con un aditivo que le daba otro amigo que trabajaba en un banco de sangre con ello quizo impedir que se coagulara demasiado pronto. "Pero nada de ello ocultaba el olor" comentó Muruganantham a la BBC.
El diario británico cuenta que Muruganantham "caminaba, montaba bicicleta y corría con la vejiga de fútbol debajo de su ropa tradicional, bombeando constantemente sangre para poner a prueba la capacidad de absorción de sus toallas. Todo el mundo pensó que se había vuelto loco".
Esta situación provocó que Shanthi, la mujer del protagonista de esta historia y razón de ser del invento lo abandonara "el pueblo entero concluyó que sufría de una enfermedad sexual". "¡Dios tiene sentido del humor: empecé mi investigación por mi mujer y 18 meses después me dejó!", dice.
El invento
Este hombre duró dos años y tres meses para descubrir de qué estaban hechas las toallas sanitarias. Según se cuenta en la nota de la BBC, gastó más US$100 (que no tenía) en llamadas, trabajó gratis para profesores universitarios y perdió el respeto de sus amigos pero finalmente lo consiguió. Meses después una compañía manufacturera le envió unos misteriosos tablones duros: celulosa, hecha de la corteza de un árbol, el elemento primario de las toallas.
El proceso: "primero, una máquina similar a un triturador de cocina torna la dura celulosa en un material esponjoso que, con otra máquina, se moldea en forma rectangular. Esos rectángulos se envuelven en tela no tejida y se desinfecta en una unidad de tratamiento ultravioleta. Todo el proceso se puede aprender en una hora. La meta de Muruganantham era crear una tecnología amigable." El inventó hizo que el prsidente de la India volteara sus ojos y se fijara en aqulla máquina, ese reconocimiento llevó a Muruganantham a la fama.
Cinco años después de que su esposa lo abandonara por considerarlo "loco" lo llamó y le propuso retomar la relación.
El experimento extremo para crear una toalla higiénica en la India
Mar, 11/03/2014 - 02:08
El invento de este hombre originario de la India pudo salirle muy caro. Arunachalam Muruganantham por poco pierde a su esposa, su madre, su familia, su dinero y su lugar en la socie