
Con el pasar de los días las investigaciones por el siniestro del vuelo GWI 9525 de Germanwings dan más datos sobre lo ocurrido.
Según la prensa alemana el copiloto Andreas Lubitz habría estrellado el avión por miedo a que en pocos meses le prohibieran seguir volando a causa de un desprendimiento de retina el cual, al parecer, estaba siendo tratado privadamente.
Los investigadores en medio del registro a la casa de Lubitz y la de sus padres encontraron varias fórmulas médicas e historial clínico destruido en los que se evidenciaban algunos problemas médicos y trastornos bipolares.
Al parecer, según las hipótesis manejadas por los investigadores, con las sintomatologías que Lubitz tendría no habría podido pasar el examen que en el mes de junio la empresa para la que trabajaba llevaba a cabo y esto lo habría llevado a tomar la trágica decisión.