La masiva desmovilización de subversivos del ELN ayer en Cali, en la que se rindieron 30 guerrilleros y entregaron sus armas en una ceremonia con el presidente Juan Manuel Santos y el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, ha levantado toda clase de críticas por lo impecable que se veían los uniformes de los que se entregaban.
El Gobierno señaló que en lo que va de 2013 se han entregado 38 guerrilleros del frente suroccidental del ELN, equivalente al 35% del total de desmovilizaciones en el último semestre. Además que 3.696 unidades de esa agrupación subversiva se han rendido desde 2002, varios de ellos menores de edad.
Pero más allá del logro anunciado, hubo una andanada de cuestionamientos especialmente por redes sociales sobre lo impecable del camuflado de los desmovilizados, que parecía igual de limpio al del resto de militares.
Para salir al paso a las suspicacias, el Ministerio de Defensa informó a través de Twitter que la desmovilización de ayer “contó con acompañamiento de la Fiscalía Nacional y está abierto al escrutinio público”.
También se pronunció el ministro de Defensa quien dijo en Blu Radio que a él también lo sorprendió la vestimenta de los exsubversivos y después de averiguar se enteró que ellos “querían llegar con dignidad y por eso se habían presentado de la mejor manera posible”.
Las suspicacias revivieron anteriores falsas desmovilizaciones de agrupaciones delictivas como el escándalo de 2006 con la supuesta rendición de 66 hombres de la compañía Cacica Gaitana, caso que tiene bajo cuestionamientos al excomisionado de Paz Luís Carlos Restrepo.
