En el estado de Chiapas, al suroeste del país, cerca de la frontera con Guatemala, fue hallado el primer sembrado de coca detectado en México. El hallazgo del ejército mexicano consistió en 1.639 plantas, en un área de 1.250 metros cuadrados. En la operación fueron detenidas tres personas que se hallaban en una casa cercana, a quienes también les fueron encontradas hojas secas.
Aunque se trata de una pequeña plantación que no daría para una producción significativa de droga, las autoridades interpretan que los narcos mexicanos están haciendo experimentos para hallar las tierras más productivas. Aunque la coca casi siempre se ha producido en los Andes, la región del sur de México presenta características de tierras, altura, clima, etc. muy similares.
La existencia del sembrado indicaría también que los carteles mexicanos buscan eliminar la intermediación de los carteles colombianos para dedicarse a la elaboración total de la cocaína. Según fuentes consultadas por el medio vicenews.com , los carteles mexicanos tienen una integración vertical alrededor de sus productos: Marihuana, heroína y metanfetaminas con químicos traídos de Asia. Su fortaleza en el comercio de la cocaína se produjo tras los golpes de la DEA a los carteles colombianos y sus rutas a través del Caribe, lo cual hizo pasar los trayectos del mar a la tierra. De hecho, lo que los carteles colombianos envían mayormente a México es base de coca que luego es refinada en laboratorios locales. Así las cosas, los carteles "manitos" tienen bien avanzado el camino hacia la producción total de la droga y el manejo del comercio hacia Estados Unidos.
