Con un discurso en el que habló de renovación, integración y moral, Felipe VI, el nuevo Rey de España, tomó posesión de su nuevo cargo.
Don Felipe reafirmó en su primer discurso como Rey su "fe en la unidad" de una España "en la que no se rompan nunca los puentes del entendimiento". En el acto de posesión que duró 26 minutos señaló que "tenemos un gran país; somos una gran nación, creamos y confiemos en ella".
Indicó que uno de sus deseos es que su mandato haga a los españoles sentirse orgullosos de su nuevo Rey "Yo me siento orgulloso de los españoles y nada me honraría más que, con mi trabajo y esfuerzo de cada día, los españoles pudieran sentirse orgullosos de su nuevo Rey".
A su padre, el Rey Juan Carlos I, dedicó un espacio importante del discurso, señaló que "deja un legado político extraordinario". "Hace casi 40 años, desde esta tribuna, mi padre manifestó que quería ser Rey de todos los españoles. Y lo ha sido. Apeló a los valores defendidos por mi abuelo el Conde Barcelona y nos convocó a un gran proyecto de concordia nacional que ha dado lugar a los mejores años de nuestra historia contemporánea".
De su madre, la Reina Sofia, señaló que "su dedicación y lealtad al Rey Juan Carlos, su dignidad y sentido de la responsabilidad,son un ejemplo que merece un emocionado tributo de gratitud que hoy -como hijo y como Rey- quiero dedicarle. Juntos, los Reyes Juan Carlos y Sofía, desde hace más de 50 años, se han entregado a España. Espero que podamos seguir contando muchos años con su apoyo, su experiencia y su cariño".
Así mismo habló de la importancia de mantener la neutralidad política de la corona española, de esta forma según dijo, se garantiza la "estabilidad de nuestro sistema político" y sirve para "facilitar el equilibrio con los demás órganos constitucionales y territoriales, favorecer el ordenado funcionamiento del Estado y ser cauce para la cohesión entre los españoles. Todos ellos, valores políticos esenciales para la convivencia, para la organización y desarrollo de nuestra vida colectiva".
Así mismo habló de la importancia de mantener la neutralidad política de la corona española, de esta forma según dijo, se garantiza la "estabilidad de nuestro sistema político" y sirve para "facilitar el equilibrio con los demás órganos constitucionales y territoriales, favorecer el ordenado funcionamiento del Estado y ser cauce para la cohesión entre los españoles. Todos ellos, valores políticos esenciales para la convivencia, para la organización y desarrollo de nuestra vida colectiva".
