En 2018, la Comisión de Regulación de Energía y Gas anunció que realizaría una subasta de cargo por confiabilidad para el periodo 2022-2023. Mediante esta busca tener energía disponible en caso de que se presente un déficit en el recurso, entre otras razones, por un eventual retraso en la entrada en funcionamiento del proyecto Hidroituango. Sin embargo, este fin de semana el gerente de Empresas Públicas de Medellín (EPM) sorprendió al anunciar que estaba pensado que esta hidroeléctrica entrara a participar de esta subasta.
Ante esta posibilidad, varios de los generadores que tenían pensado entrar a la convocatoria comentaron la inconveniencia de la situación, incluso algunos indicaron que la hidroeléctrica de Ituango tendría mayores ventajas. Varios especialistas del sector confirmaron esta hipótesis a Kienyke.com al contar que a pesar de los problemas que presenta el mencionado proyecto tiene mayores avances que otros y el posicionamiento de la compañía hace que, en caso de que quieran, puedan competir con mejores tarifas.
No obstante, la posibilidad de competir no implica necesariamente la intención de ganar, pues la empresa podría tener compromisos que la obliguen a participar en todas las subastas para las que pueda aplicar porque, de lo contrario, podría enfrentarse a responder por detrimento patrimonial, según comentaron los conocedores del tema consultados.
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Esta subasta de cargo por confiabilidad lo que hace es pagarle a las empresas ganadoras por tener disponible energía suficiente en periodos en los que esta pueda escasear y, así, el Estado se asegura de que en tiempos de crisis puede pagar los mismos precios convenidos antes de esta.
Como todavía se desconoce el tiempo en el que Hidroituango entraría a operar, entre otras cosas, porque Empresas Públicas dice no poder dar información exacta acerca del estado de casa de máquinas; si la subasta llega a quedar en manos de esta problemática hidroeléctrica esta estaría obligada a funcionar en el año indicado para cumplir con la cuota requerida.
Expertos explicaron que en caso de que un proveedor de energía no pueda responder por lo prometido se vería sujeto a sanciones y el Estado tendría que buscar reponer este déficit energético de otras formas. Esto implicaría comprar energía a costos altos a otros proveedores que ya estén funcionando o en el extranjero (principalmente generada por gas) y es posible que la palabra “racionamiento” vuelva a entrar en discusión.
Para saber si existía algún impedimento en que EPM se presentara a una convocatoria que fue creada con la intención de solventar una ausencia energética a que es responsabilidad de la misma empresa Kienyke.com intentó obtener respuestas de la Comisión de Regulación de Energía y Gas, sin embargo, al momento de publicación de esta nota no habían dado respuesta a pesar de haber manifestado interés en cumplir.
