En diálogo con The Guardian Experience, Marie Calvert, una mujer que está casada hace 44 años, confesó que a lo largo de su vida ha tenido sexo con al menos tres mil hombres. Lea también: Mujer obligó a su hija a tener sexo con más de mil hombres
Según dijo en la entrevista que concedió al medio británico, su agitada vida sexual empezó en una fiesta swingers a la que acudió en compañía de su esposo con el que está casada desde que tenía 19 años. También le puede interesar: Él administró por 25 años el primer bar swinger de Colombia
La mujer confesó que a los 28 años solo había estado con su esposo pero un día él compró una revista en la que se hablaba de las fiestas swingers, "en broma me dijo que deberíamos intentarlo. Le dije que no fuera tonto y nunca volvió a mencionarlo".
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Pese a la negativa, Calvert leyó la revista a escondidas y se imagino lo "divertido" que podría ser esa posibilidad. "Le dije que eventualmente podríamos intentarlo. Él me miró como un niño en Navidad. La primera pareja que conocimos fue gracias a la lista que venía en la revista, cuyos lectores rondaban en los 40 años. Aún recuerdo la vez que conducimos a su casa un viernes".
Sobre su primer encuentro detalló que "ambos estábamos nerviosos, pero excitados. Le dije que podríamos probar una vez y ver qué sucedía. Y fnos gustó. Tan pronto como llegamos, empecé a coquetear con el chico. John era sofisticado y atractivo, y para después de la cena, la química era intensa. Pasaron algunos minutos y entramos a su recámara. En ese momento pensé que sería ahora o nunca, así que lo besé y sucedió", comentó.
Señaló que luego de ese encuentro asistía a encuentros swinger en los que podía estar por noche, al menos con 14 hombres. "La verdad es que no estoy segura (con cuantos he tenido sexo), mi estimación es de unos 100 hombres por año en 3 décadas", señaló.
Calver, que define el sexo como "su pasión", dice a The Guardian que "es la forma más satisfactoria y disfrutable de pasar mi tiempo. Algunas mujeres disfrutan de yoga, yo de las relaciones carnales".
La mujer que tiene hijos y ya es abuela, aseguró que las fiestas a las que acudía constantemente se convirtieron en un tema de "incontrolable lujuria".
Incluso, junto con su esposo Barry decidieron en 1997 abrir su propio bar swinger. "Estábamos hartos de trabajo y queríamos hacer algo que nos apasionara. El lugar aún funciona. Nunca tenemos relaciones sexuales durante las horas de apertura - es nuestro negocio y somos profesionales. Pero, por supuesto, cuando el lugar se cierra, tenemos un club entero lleno de instalaciones - y un círculo cada vez más creciente de parejas de mente abierta - para jugar", dice a The Guardian Experience.
Aunque reconoce que su apetito sexual sigue vivo, ahora toma las cosas "más relajada...el año pasado solo me acosté con tres hombres", reveló.
