Las tensiones bélicas alrededor del mundo, hoy alcanzan niveles históricos. Muchos de los más importantes líderes de los países potencias se han enfrascada en una pugna que parce, nos podría llevar a una guerra terrible. Pero no todos están en esa onda. Algunos abogan por la paz, el dialogo y la reconciliación. Por supuesto, el Papa Francisco es uno de ellos.
En la conocida ceremonia Urbi et orbi, que el pontífice dio desde Roma este Domingo, invitó a los fieles y a los altos dignatarios a que diriman sus diferencias pacíficamente, y a que piensen en las miles de víctimas civiles que han dejado los conflictos que vive hoy el mundo.
"Que en estos tiempos el Señor sostenga en modo particular los esfuerzos de cuantos trabajan activamente para llevar alivio y consuelo a la población civil de Siria, víctima de una guerra que no cesa de sembrar horror y muerte", dijo.Hizo énfasis en la necesidad de que haya paz, sobretodo en Tierra Santa, lugar que, históricamente ha sido castigado por los horrores de la Guerra. Pidió al Señor que "conceda la paz a todo el Oriente Medio, especialmente a Tierra Santa, como también a Irak y a Yemen". Su mensaje se hizo extensivo, además a Sudán del Sur, de Somalia y de la República Democrática del Congo, que "padecen conflictos sin fin, agravados por la terrible carestía que está castigando algunas regiones de África". [single-related post_id="674098"] "Que Jesús Resucitado sostenga los esfuerzos de quienes, especialmente en América Latina, se comprometen en favor del bien común de las sociedades, tantas veces marcadas por tensiones políticas y sociales, que en algunos casos son sofocadas con la violencia", dijo. Y concluyo que "se construyan puentes de diálogo, perseverando en la lucha contra la plaga de la corrupción y en la búsqueda de válidas soluciones pacíficas ante las controversias, para el progreso y la consolidación de las instituciones democráticas, en el pleno respeto del estado de derecho".