El senador señaló que no es conveniente que sea fórmula vicepresidencial en las elecciones de 2018. “Mi tarea es promover hoy a las nuevas generaciones. Yo digo que soy el portero más caro del país: en el Senado procuro salir de último”, dijo.
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Añadió que la opinión pública se olvidará de los temas importantes que están pasando en el país, por estar debatiendo sobre sí debería ser vicepresidente o no.
En una entrevista con Uniminuto radio, Uribe manifestó que “eso no conviene, mi tarea es mover hoy a los jóvenes. Si se ponen a meterme de vicepresidente se crea un problema y nos olvidamos de los verdaderos problemas en Colombia”. “Lo más importante que tiene que hacer nuestro candidato único, y si logra ganar la presidencia, es construir credibilidad, que se ha perdido en Colombia”. [single-related post_id="729811"]Las declaraciones del expresidente, hacen referencia a la propuesta de la senadora María del Rosario Guerra, quien ha manifestado que el mal momento de la economía, la desconfianza de los ciudadanos con sus gobernantes y la falta de credibilidad, le exige que es momento de retomar el camino. Por eso expresa su deseo que el líder del Centro Democrático, la acompañe como fórmula vicepresidencial en su aspiración a la presidencia de la República el próximo año.
Igualmente Guerra ha dicho que “Legalmente es posible y el momento que vive el país no podemos desaprovechar su experiencia. Tenemos que sacar este país adelante y quién mejor que él. Hay que hacer ese dúo dinámico, que nos asegure experiencia y trabajo”.
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Los argumentos sobre las posibilidades que Álvaro Uribe sea vicepresidente, ha generado debate entre los Partidos Políticos que analizan que no se viole la reforma de la Constitución que eliminó la reelección. Pero, según el artículo 197 de la Constitución: “Esta prohibición no cobija al vicepresidente cuando la ha ejercido por menos de tres meses, en forma continua o discontinua, durante el cuatrienio”.
“Uribe no contaría hoy con la figura conocida como “vocación jurídica”, expresó el abogado José Vicente Sánchez, especializado en derecho electoral. Su argumento lo basa en que el candidato que aspira a ser vicepresidente, nunca debió haber estado en la Presidencia.
