La senadora Paloma Valencia preparó y entregó al gobierno, a nombre del Centro Democrátrico, el proyecto que propone el uribismo para reformar al Estado.
Es un ejercicio académico -explica Valencia- que el Centro Democrático estaba realizando para cumplirle a la ciudadanía, para sacar adelante las propuestas de campaña y también para conocer las diferencias que existen entre el proyecto que va a radicar el Centro Democrático y el proyecto que va a radicar el gobierno.
¿Y qué le quedó claro de esa reunión?
Lo verdaderamente claro es que todos en Colombia estamos de acuerdo en que hay un problema en los equilibrios del poder, que las ramas no están funcionando adecuadamente porque no hay un buen diseño institucional, lo que ha generado unas presiones de una rama sobre la otra, choques de trenes, debilidades estructurales de ramas frente a las otras, y creo que es menester para todos los que queremos una estabilidad institucional, que trabajemos en un rediseño de las instituciones.
¿Sobre el tema de la reelección presidencial, cuál es el criterio en definitiva del Centro Democrático?
La reelección no es la causante de los males, el problema es cómo se manejan las garantías para que quienes están compitiendo cuando hay un presidente o cuando hay una persona que ya tiene el cargo. Se requiere no solo un estatuto de oposición sino dientes para la Ley de Garantías.
El problema no es la reelección, que nos parece apropiado para que la gente pueda premiar los buenos gobiernos, sino la manera abusiva mediante la cual se utiliza el poder para perpetuarse en él y no permitir que los otros compitan, cosa que no requiere mayores explicaciones porque se vio muy evidente en la última campaña.
¿Hay más diferencias que identidades?
El proyecto del Centro Democrático es más amplio. Creo que todos los colombianos estamos de acuerdo en que las altas cortes no deben tener facultades de nominación política. Es decir, no deben intervenir en la elección del contralor, ni del procurador, ni del fiscal. El proyecto del Centro Democrático no solamente lo tiene claro sino que ha tomado decisiones sobre quién debe pasar a elegir a todos esos altos funcionarios.
Cuando usted comienza a desarrollar el proyecto, empieza a encontrar las dificultades que corresponden a todo un diseño que es como un motor, uno no puede decir que la manguera que va a llegar al carburador va a ser delgadita si no sabe cómo es la pieza que lo va a recibir.
Cuando se comienzan a tocar todas las instituciones del Estado, evidentemente aparecen diferencias. Lo que es fundamental es que todos estemos de acuerdo en que esta es una reforma necesaria.
¿Las declaraciones del Hacker pudieron abortar la reunión?
No. La decisión estaba tomada desde hace muchas semanas cuando yo ya tenía prácticamente terminado el proyecto y me encontré con el ministro Cristo en el Congreso. De hecho, del domingo que salió la entrevista al lunes por la mañana ni siquiera hubo reunión de bancadas.
¿Fue entonces informal la reunión con el ministro?
No, para nada. Lo que quiero decir es que esta reunión estaba planeada desde hace más de dos semanas.
¿Encontró en buena tónica al ministro?
Muy buena tónica. Creo que estos son temas nacionales, aunque nos mantenemos en la oposición. Pero la oposición es capaz de dialogar, de entender qué es lo que propone el gobierno y qué es lo que propone el Centro Democrático, incluso si fuera el caso de revaluar alguno de nuestros puntos para que optemos por las mejores fórmulas para Colombia.
El Centro Democrático ha trabajado con toda seriedad un proyecto muy grande, muy bien hecho, con el ánimo de presentarle al país una alternativa y que podamos discutir las alternativas de todos para llegar después de eso a la mejor solución para los colombianos.
Finalmente, y hablando de palomas, ¿cómo va la paloma de la paz?
Pues yo la veo muy esquiva. A mí me duele mucho que nos hablen de paz cuando todos los días uno ve muertos. No he logrado entender en dónde es que debe verse la voluntad de paz de las FARC.
Cada vez que hablan lo único que dicen son cosas muy hirientes para la sociedad colombiana, dicen que ellos se las están dando de fuertes, y resulta que uno tiene que creerle al gobierno que sí estamos cerca de la paz.
A mí me parece que se están cometiendo unos errores estratégicos que no se han querido corregir y que hacen que ese proceso no nos convenza a muchos colombianos.
Se requiere un cese unilateral del fuego. Y no puedo creer que lleven al Ejército a hablar de igual a igual con los terroristas, porque nuestras instituciones se están debilitando, toda la institución castrense.
Me preocupa que no lleguen a firmar con las FARC. ¿Qué hará el gobierno si las FARC no firman? Porque están destruyéndolo todo con tal de firmar, ¿y si no llegan a firmar? ¿Entonces qué vamos a hacer los colombianos?
¿Las declaraciones del Hacker pudieron abortar la reunión?
No. La decisión estaba tomada desde hace muchas semanas cuando yo ya tenía prácticamente terminado el proyecto y me encontré con el ministro Cristo en el Congreso. De hecho, del domingo que salió la entrevista al lunes por la mañana ni siquiera hubo reunión de bancadas.
¿Fue entonces informal la reunión con el ministro?
No, para nada. Lo que quiero decir es que esta reunión estaba planeada desde hace más de dos semanas.
¿Encontró en buena tónica al ministro?
Muy buena tónica. Creo que estos son temas nacionales, aunque nos mantenemos en la oposición. Pero la oposición es capaz de dialogar, de entender qué es lo que propone el gobierno y qué es lo que propone el Centro Democrático, incluso si fuera el caso de revaluar alguno de nuestros puntos para que optemos por las mejores fórmulas para Colombia.
El Centro Democrático ha trabajado con toda seriedad un proyecto muy grande, muy bien hecho, con el ánimo de presentarle al país una alternativa y que podamos discutir las alternativas de todos para llegar después de eso a la mejor solución para los colombianos.
Finalmente, y hablando de palomas, ¿cómo va la paloma de la paz?
Pues yo la veo muy esquiva. A mí me duele mucho que nos hablen de paz cuando todos los días uno ve muertos. No he logrado entender en dónde es que debe verse la voluntad de paz de las FARC.
Cada vez que hablan lo único que dicen son cosas muy hirientes para la sociedad colombiana, dicen que ellos se las están dando de fuertes, y resulta que uno tiene que creerle al gobierno que sí estamos cerca de la paz.
A mí me parece que se están cometiendo unos errores estratégicos que no se han querido corregir y que hacen que ese proceso no nos convenza a muchos colombianos.
Se requiere un cese unilateral del fuego. Y no puedo creer que lleven al Ejército a hablar de igual a igual con los terroristas, porque nuestras instituciones se están debilitando, toda la institución castrense.
Me preocupa que no lleguen a firmar con las FARC. ¿Qué hará el gobierno si las FARC no firman? Porque están destruyéndolo todo con tal de firmar, ¿y si no llegan a firmar? ¿Entonces qué vamos a hacer los colombianos?
