Este domingo 05 de noviembre se conoció una carta abierta de la periodista María Jimena Duzán al presidente Gustavo Petro Urrego en el que además de reiterar su apoyo a su gobierno, abrió la puerta nuevamente a especulaciones sobre un presunto problema de adicciones del mandatario. Una misiva frente a la cual varios políticos colombianos se pronunciaron y entre ellos, la exministra de Salud Carolina Corcho quien como profesional de la salud hizo varias precisiones sobre el tema.
Fue por medio de su cuenta en X donde la ex jefa de la cartera de Salud, cercana desde hace varios años al hoy presidente Petro, negó haber evidenciado en el mandatario cualquier signo que develara problemas de este tipo.
“Querida María Jimena, creo que soy la Médica Psiquiatra que he estado más cerca del Presidente en los últimos tiempos, he trabajado con él, he interactuando con su entorno cercano, he estado cerca a su ejercicio político desde hace 20 años, y puedo decirte que su conducta no corresponde a un trastorno adictivo. Si hubiera advertido algo de ese tenor, tendría la confianza para decírselo en privado”, refirió Corcho, quien cabe recordar lideró la formulación de la reforma a la salud.
En esa línea, refiriéndose específicamente a la misiva de Duzán, Corcho señaló que la misma podría incidir en la estigmatización que sufren las personas con narco dependencia y además resultaba dañina tanto para la imagen del presidente Petro como del Gobierno en pleno.
“Lo problemático de tu carta es que induce a una estigmatización, una etiqueta que dada en un contexto mediático, por fuera de una relación médico paciente, resulta en la generación de daño al jefe de estado que representa una institucionalidad”, agregó.
A paso seguid aseguró que insinuar problemas de adicciones, de manera pública y sin un sustento sólido, resultaba irresponsable y dañino en el marco de lo que varios simpatizantes de la actual administración han denominado como un momento de “inestabilidad política”, generado por la oposición y algunos sectores de la prensa.
“Uno puede estar de acuerdo o no con la forma de gobernar del Presidente, los hábitos que orientan su forma de administrar lo público, pero insinuar o atribuir esto a un trastorno mental es un límite que resulta irresponsable, generador de desconfianza e inestabilidad política. Un abrazo y saludos cordiales”, concluyó.