A pesar de los más de 70 años que duró la reina Isabel II en el trono británico, solo un presidente colombiano tuvo la oportunidad de visitarla y hospedarse en el Palacio de Buckingham. Se trata del expresidente Juan Manuel Santos quien como anécdota curiosa tuvo que usar unos pantalones prestados para poder reunirse con la monarca.
El histórico momento se registró en el mes de noviembre de 2016 cuando el exmandatario colombiano Juan Manuel Santos fue invitado por la reina Isabel II, tras ser galardonado con el Nobel de la Paz. En dicha oportunidad, la máxima jerarca de la Corona Británica, realizó un banquete real en honor a Santos y a su esposa María Clemencia Rodríguez de Santos.
En dicho evento, la reina Isabel II se llenó de halagos para Santos, por cuenta del histórico Acuerdo de Paz con el que se le dio fin al conflicto armado más antiguo de América Latina, la guerra con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia FARC -EP, tras 4 años de dura negociación.
“Conseguir la paz es el liderazgo más difícil de todos, pero a la vez el que mayores recompensas trae. Tratar de llegar a un equilibrio, sin olvidar jamás las necesidades de los pobres es algo que requiere paciencia, recursividad y mucho tesón”, fueron tan solo algunas de las palabras iniciales con las que la reina Isabel II, de manera muy efusiva, empezó el discurso en el banquete real que se llevó a cabo en el Palacio de Buckingham.
“Me complace en sobremanera que ante tanto desafío, su esfuerzo ha sido reconocido con el galardón del Nobel de la Paz. (...) Al embarcarse en este viaje hacia una paz estable y duradera, cuente con el apoyo del Reino Unido y siempre que podamos ofreceremos apoyo comercial, técnico y político que su país pueda requerir luego de tantas décadas de conflicto”, concluyó la soberana del Reino Unido, Isabel II.
Como anécdota curiosa sobre la reunión con la reina, en años recientes el expresidente Juan Manuel Santos relató que el día del banquete, en medio de los afanes del viaje, confundió sus pantalones con los de un cuñado, y estos le quedaban extremadamente pequeños. El problema estuvo en que lo notó faltando 10 minutos para dar inicio a la importante ceremonia.
La manera de resolver el dilema, como si se tratara de un verdadero cuento de hadas, fue pedir prestados los pantalones del Jefe de Protocolo de la Presidencia que, de manera muy oportuna, le quedaron perfectos al jefe de estado colombiano.
