La legalización de las drogas es uno de los temas más controversiales y qué más choques ha generado entre los políticos colombianos en los últimos 40 años. Fiel ejemplo de ello fue el reciente encontronazo entre el exvicepresidente Germán Vargas Lleras y el exsenador Juan Manuel Galán.
El jefe natural de Cambio Radical arremetió contra el precandidato presidencial de la Coalición de la Esperanza por su defensa y promoción a la idea de legalizar todas las drogas como estrategia para desarticular el mundo del narcotráfico que ha sometido al país a una extensa guerra.
A través de su columna en el diario El Tiempo, Vargas Lleras cuestionó que fuera el propio hijo de Luis Carlos Galán quien ahora promueva la legalización como principal bandera de su campaña presidencial. Además, desestimó sus argumentos señalando los términos que ha planteado el hijo del fallecido dirigente liberal para avanzar en este tema.
"Propone que demos este paso en solitario, no mediante un acuerdo global fruto del consenso de la comunidad internacional, sino a través de una iniciativa criolla que todo lo resuelva y lo regule. ¿Se habrá preguntado el doctor Galán por las consecuencias inmediatas de semejante aprobación por el Congreso? Para empezar, ¿podrá Colombia legalizar la siembra, la transformación, el consumo y, claro, la exportación de todo tipo de drogas de manera unilateral? ¿Podrá el país sustraerse de la Convención de Naciones Unidas contra el Tráfico de Estupefacientes y de la Convención contra la Delincuencia Organizada Transnacional, de las cuales somos signatarios?", expresó Vargas Lleras.
El líder de Cambio Radical afirmó que con la legalización se eliminarían del Código Penal todos los delitos relacionados. Se caerían todas las condenas, y todos los bienes incautados deberían regresarse a sus propietarios. En cuanto a la extradición, quedaría sin vigencia, pues requiere reciprocidad de los Estados.
"Colombia se convertiría en refugio de narcos, ahora legalizados, un paraíso, como lo recordara recientemente Alfonso Gómez al referirse al vergonzoso espectáculo en el cual la Constituyente del 91 eliminó la extradición. ¿Recordará Juan Manuel que fue precisamente la extradición el motivo principal que condujo al asesinato de su padre, de Rodrigo Lara y de tantos otros que se enfrentaron a las mafias del narcotráfico?".
Y agregó: "Como veo las cosas, de fallar la Corte Constitucional a favor de la vigencia del partido Nuevo Liberalismo, habría que rebautizarlo como el Nuevo Nuevo Liberalismo, pues nada más lejano del pensamiento de Luis Carlos Galán que este proyecto de legalización que tensa todas las fibras no solo de nuestro pasado, sino, en especial, de nuestro futuro".
Juan Manuel Galán no tardó en contestar a la dura arremetida de Vargas Lleras. A través de su cuenta de Twitter defendió su propuesta y apeló a que los prejuicios con respecto a este tema estarían condenando al país a seguir en la guerra por culpa del negocio de las drogas.
"El ataque que me hace el jefe de cambio radical (el del coscorrón), intenta caricaturizar mi propuesta con sofismas y argumentos anacrónicos. Una farsa expuesta en el último párrafo de su columna, que revela su verdadera intención y que nada tiene que ver con las drogas", afirmó Galán.
Galán explicó que las drogas precedieron la existencia de la humanidad y prevalecerán cuando nuestra especie se extinga. Es por eso que el paradigma de “un mundo libre de drogas” sería falaz. Según dijo, el paradigma de una nueva política fundamentada en la regulación es: “un mundo libre del abuso de las drogas”.
"Hay que entender que el problema es el abuso y el consumo problemático (menores de edad, aquel que afecta la vida familiar, laboral, académica y social). Ese abuso de las drogas requiere una sólida política de salud pública y de educación en el consumo informado y responsable", detalló.
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El precandidato de la Coalición de la Esperanza señaló que regular no es amnistiar criminales como traficantes, lavadores de activos o proveedores de precursores químicos -como lo sugirió Vargas Lleras- sino dejar de criminalizar a campesinos y consumidores, especialmente adictos que requieren ofertas de tratamiento de óptima calidad.
"Regular no es liberalizar para que quien quiera cultive, produzca, venda o consuma. En la prohibición, son los criminales quienes regulan el negocio y determinan la calidad, el acceso, el precio y el uso de las sustancias. Es el Estado quien debe asumir la regulación".
Y concluyó: "Mi padre nunca fue prohibicionista, buscó entender por qué los humanos abusamos de las sustancias. El NL, solitario y de manera desigual, se enfrentó al poder de las estructuras criminales narcotraficantes y a su proyecto político, cuya máxima expresión fue la parapolítica".
Tal como lo expuso Juan Manuel, Carlos Fernando Galán también señaló que los cuestionamientos de Vargas Lleras a la propuesta de avanzar en la legalización de las drogas atenderían a intereses políticos, más allá de un desacuerdo con modificar el enfoque de la lucha contra las drogas.
