En el marco del caso de Hidroituango se ha generado un choque de opiniones entre políticos y exfuncionarios de la Contraloría General de la República por el fallo de responsabilidad fiscal por $4,3 billones, contra 26 personas, entre ellas, el exgobernador y precandidato presidencial Sergio Fajardo. Kieyke.com habló con el excontralor Julio César Turbay Quintero para conocer su percepción frente a este comentada decisión que ha agitado los ánimos en los últimos días.
Es clave señalar que, los excontralores Turbay, Sandra Morelli y Eduardo Maya respaldaron las actuaciones del actual contralor Felipe Córdoba frente al caso de Hidroituango con el fallo que declara responsables fiscales a Fajardo, Luis Alfredo Ramos, contratistas, entre otros. Estos pronunciamientos chocaron con los comentarios de diversos precandidatos presidenciales que salieron en defensa del exgobernador de Antioquia al considerar que es un "fallo politizado".
"Obviamente esos fallos afectan a alguien. Entre ellos algunos empresarios y políticos. Nosotros, tres excontralores, dimos una opinión respecto a la independencia que debe tener la Contraloría General de la República y el cumplimiento de sus funciones en el cuidado de los recursos públicos. Sin embargo, en el caso mío, no lo hice como una crítica a un político, ni como una persecución contra ninguna persona en particular", detalló Turbay.
El excontralor señaló que no encuentra tintes políticos en el fallo de responsabilidad fiscal que emitió la entidad que dirige Córdoba. Turbay explicó que ese pronunciamiento refleja la independencia y transparencia con la que debe funcionar un organismo de control de esta categoría. No obstante, enfatizó en que su defensa a la labor de la entidad no tiene relación alguna al protagonista de este caso: Sergio Fajardo.
"Cuando la Contraloría encuentra eso, normalmente lo hace documentadamente. Por eso en el momento en que se le pregunta a uno, ¿usted es partidario de que la Contraloría General cumpla sus funciones y haga su tarea? Pues claro que soy partidario de que la Contraloría cumpla sus funciones y haga su tarea. Pero debo aclarar que en ningún momento la opinión por mi expresada tiene ningún sentido de crítica, ni va dirigido contra ningún ciudadano, contra ningún candidato y contra ningún empresario en especial, sino como un comentario de lo que debe ser la función independiente de la Contraloría", aclaró.
En contraposición al análisis de Turbay, algunos precandidatos presidenciales han señalado que la ratificación del fallo del caso Hidroituango está politizado, puesto que impone un lastre a la campaña de Fajardo ad portas de las elecciones. El exalcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, expresó: "Reitero mi convicción de que Sergio Fajardo hizo lo que cualquier alcalde honesto y responsable hubiera hecho: lo que sus expertos le recomendaron". Mientras que, el candidato del Centro Democrático, Óscar Iván Zuluaga, dijo que "estar en una situación como la que acaba de sufrir Sergio Fajardo me da dolor, porque yo lo viví en persona, yo fui judicializado durante siete años después de la campaña de 2014".
Sobre esos mensajes, Turbay expresó que no interpretó el fallo de la misma forma y reiteró que confía en la institucionalidad de la entidad, de manera que espera que la Contraloría no entre en disputas de tipo político.
"Yo tengo la impresión de que no es una persecución. Espero que jamás se dé ese caso dentro del cumplimiento de las funciones de la Contraloría, que en general y permanentemente ha sido severa, seria y muy sólida en el ejercicio de la función de control. Me parece que él está en todo su derecho de defenderse y está en la obligación de hacerlo y de darle una explicación a la gente. Yo le repito que en el caso mío, la opinión que doy es un concepto que no tiene destinatario y que no tiene mucho menos como destinatario al candidato Fajardo, a quien además admiro y respeto como persona", finalizó Turbay.
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Vale la pena mencionar que, en rueda de prensa, Fajardo acusó al contralor de ser una ficha de la politiquearía y señaló algunas de sus alianzas del pasado con reconocidos políticos del país. "Carlos Felipe Córdoba no es un contralor, es una ficha política. Fue la mano derecha de Germán Vargas en las pasadas elecciones y tiene el apoyo de su paisano de Pereira, César Gaviria Trujillo. Su obediencia ya fue puesta a prueba en 2017 cuando, siendo auditor, presentó informes falsos e ilegales, sin tener competencia alguna, pretendiendo demostrar que en la gobernación había puesto la pauta a mi servicio y pagado favores a donantes de mi campaña con contratos", aseguró.
Además, también se despachó contra la Fiscalía, señalando que hoy la credibilidad de las ías "está por el piso", desde su punto de vista, porque la "capacidad de investigar es baja", haciendo énfasis en que no habría imparcialidad debido a que "las investigaciones son selectivas".
