En recientes declaraciones, el presidente Gustavo Petro se refirió a la situación fronteriza entre Colombia y Venezuela. Apuntó que, aunque se ordenó la apertura de la frontera legal, parte de la mercancía pasa por la trocha.
La razón que argumenta es todavía más preocupante: uniformados de los dos países estarían cobrando retenes para el traslado de la mercancía, lo que estaría obligando a muchos a utilizar las trochas.
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La orden la recibió el ministro Germán Umaña, encargado de la cartera comercial de Colombia. Solo así, indicó, se podrá medir el impacto de la reapertura fronteriza de la que se espera el resurgimiento del comercio entre las dos naciones, además de un impacto positivo para los pobladores de la región. “Señor ministro del Comercio, esas trochas se cierran porque se cierran”, le pidió al funcionario del gabinete ministerial.
“No abrimos ese puente para que los vivos en las trochas ilegales se enriquezcan, así que vamos a hacer cambios drásticos de este lado y voy a solicitar cambios de ese lado”, fue uno de los puntos en los que hizo mayor énfasis.
Asimismo, Petro le pidió a Maduro que reconsidere reintegrar a Venezuela al Sistema Interamericano de Derechos Humanos.
El presidente colombiano añadió: “¿Va a hablar con Maduro?, pues sí, tocó hablar con Maduro porque esta frontera es para la gente, no para las mafias y siendo de la gente esta frontera estoy convencido de que el Norte de Santander tiene una perfectiva productiva en sus campos y en sus ciudades”.
El día que, tras siete años, reabrieron la frontera con Venezuela
El pasado 26 de septiembre la frontera colombo venezolana que conecta al Norte de Santander con el estado de Táchira fue abierta luego de siete años en los que tuvieron más importancia las discrepancias diplomáticas e ideológicas que las necesidades de ciudadanos que, de lado y lado, padecen dificultades que se acentúan con el calor, la presencia de grupos armados y la tensión de una frontera así.
Tal como muchos lo esperaban, la llegada de Gustavo Petro al poder fue el mecanismo político más eficaz para restablecer un vínculo diplomático que ya estaba lesionado pero que entró en proceso de descomposición en 2015. Desde entonces, el Puente Internacional Simón Bolívar, al que se le conoce en la región como ‘La Parada’, se ha convertido en el único paso legal para migrantes de los dos países.
Sin embargo, la preocupación de la población es frecuente. Juliana, una mujer mayor que vive en una casa ubicada a escasos metros del Río Táchira, celebró que, por fin, la inversión social va a ser nuevamente una ilusión y una realidad, pero no desconoce que la avanzada de estructuras criminales que se aprovechan de la vulnerabilidad de los pobladores para ejercer allí su poder, tratando de reemplazar al Estado.
El sector transportador es, sin lugar a dudas, uno de los sectores económicos más beneficiados con la reapertura fronteriza. Tanto el transporte de carga como el de pasajeros tienen en este nuevo panorama la posibilidad de expandirse y crecer financieramente. Así lo dijo Geovanny Valdez, mototaxista que trabaja en la región.
“Fueron siete años con la frontera cerrada. Con la reapertura habrá más trabajo para todos. Cuando esto estaba abierto se veía mayor comercio y personas de los dos países trabajando en la frontera. Por eso es que la expectativa es grande”, señaló, agradeciendo que, pese a las dificultades en esa zona, nunca dejó de buscar ingresos para el sustento de su familia.
Y es que las cifras hablan por sí solas. El último año en que se evidenció bonanza económica proveniente del comercio bilateral fue 2008, cuando se registraron 7.000 millones de dólares y el transporte de 3,56 millones de toneladas. El deterioro de las relaciones diplomáticas y las prohibiciones impuestas desde Miraflores se encontraron en 2020 con la pandemia del virus Covid-19, reduciendo los ingresos comerciales hasta los 222 millones de dólares, dejando en rojo los indicadores de crecimiento económico en la región.
Guillermo Reyes, ministro de Transporte, ha dicho que la normalización del paso fronterizo para fines comerciales podría derivar en un crecimiento de 4.500 millones dólares en cuatro años, eso sin contar las expectativas que recaen sobre el Puente Tienditas, ubicado a diez kilómetros de ‘La Parada’.