
El exembajador de Colombia en Venezuela y actual ministro del interior, Armando Benedetti, volvió a estar en el centro del debate público tras declarar que Estados Unidos le retiró nuevamente la visa. En una dura crítica al sistema migratorio de ese país, Benedetti aseguró que ha sido víctima de un uso "político y personal" del proceso de visado, una situación que, según él, se ha repetido en al menos dos ocasiones en los últimos años.
Las declaraciones del exfuncionario se dan en un momento especialmente delicado para las relaciones entre Colombia y Estados Unidos, marcadas por recientes tensiones diplomáticas, consultas recíprocas de embajadores y denuncias de presuntas conspiraciones políticas internacionales. En ese contexto, el reclamo de Benedetti añade un nuevo matiz a la creciente incertidumbre diplomática entre Bogotá y Washington.
¿Qué dijo Benedetti sobre la visa?
En un mensaje difundido por medios nacionales, Benedetti cuestionó duramente los procedimientos de visado del Gobierno estadounidense, al que calificó de poco serio. “Conmigo han jugado y me han usado, me la han quitado dos veces”, afirmó.
Según su relato, la primera vez que Estados Unidos le retiró la visa fue en noviembre de 2017, en medio de una pelea pública con el entonces fiscal general, Néstor Humberto Martínez. De acuerdo con Benedetti, fue el propio Martínez quien se “jactó de decir por toda Bogotá” que había influido para que se le negara el documento migratorio.
La segunda cancelación, explicó, ocurrió en junio de 2023, esta vez relacionada con un conflicto con el excanciller Álvaro Leyva. En esa ocasión, Benedetti fue acusado de “mal uso del pasaporte”, una acusación que él considera desproporcionada. También en este caso, señaló que Leyva se habría atribuido la revocatoria de la visa.
“Espero que Estados Unidos revise sus propios procedimientos. He sido una víctima de los juegos de las visas”, concluyó Benedetti.
Un historial de choques y controversias
Armando Benedetti no es ajeno a la polémica. El exsenador y diplomático ha sido una figura influyente en la política colombiana, pero también ha estado envuelto en diversos escándalos. Su abrupta salida de la embajada en Caracas en 2023, tras la filtración de audios comprometidos relacionados con la financiación de la campaña de Gustavo Petro, fue uno de los episodios más sonados de su carrera reciente.
La supuesta revocación de su visa por motivos personales o políticos se suma a una larga lista de tensiones que ha mantenido con figuras del alto gobierno y del sistema judicial colombiano. Sus declaraciones, aunque sin confirmación oficial por parte de Estados Unidos, han generado inquietud en sectores políticos y diplomáticos.
Procedimiento de visas bajo la lupa
El caso también plantea interrogantes sobre la transparencia y el uso de los procedimientos de visado por parte de Estados Unidos en relación con figuras públicas. Si bien la ley estadounidense permite la revocatoria de visas sin necesidad de explicar los motivos públicamente, los señalamientos de Benedetti alimentan la percepción de un posible uso discrecional del proceso.
Actualmente, el Departamento de Estado no ha emitido comentarios sobre el caso específico del exembajador. Sin embargo, es habitual que Washington no confirme ni niegue públicamente decisiones sobre visas individuales, lo que deja en el aire muchos de los detalles de este tipo de situaciones.
Contexto político y tensión bilateral
Las declaraciones de Benedetti se producen en un momento complejo para la diplomacia entre Colombia y Estados Unidos. Recientemente, el presidente Gustavo Petro denunció una presunta conspiración internacional para removerlo del poder, señalando una supuesta participación de figuras políticas colombianas que habrían buscado respaldo en sectores del Congreso estadounidense.
Estas acusaciones llevaron a un cruce de comunicaciones oficiales entre ambos países, con llamados a consultas de sus respectivos embajadores. En este escenario, los comentarios de Benedetti no pasan desapercibidos y se suman al clima de suspicacia que marca la relación bilateral.
¿Qué sigue?
Aunque no se trata de una figura con cargo actual en el Gobierno, Benedetti mantiene presencia mediática y política. Su denuncia reabre el debate sobre la influencia que pueden tener los conflictos internos de Colombia en su relación con actores clave como Estados Unidos. Además, resalta la necesidad de mayor claridad sobre los procedimientos diplomáticos que afectan a ciudadanos con funciones de alto perfil.
Por ahora, queda en manos del Departamento de Estado y del propio Benedetti esclarecer si se trató de un procedimiento rutinario, una sanción personal o un reflejo de las tensiones políticas más amplias que sacuden al país.