En medio del deterioro de las relaciones diplomáticas entre Colombia y Estados Unidos, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, se reunió con John McNamara, encargado de negocios de ese país en Bogotá y el funcionario diplomático de más alto rango actualmente en el país. El encuentro buscó reafirmar la cooperación bilateral en materia de seguridad y defensa, especialmente en la lucha contra el narcotráfico.
“Revisamos diferentes estrategias para enfrentar una amenaza común: el narcotráfico. Cuando se unen las naciones, se rompen las estructuras criminales”, señaló el ministro Sánchez en su cuenta oficial en X, tras la reunión.
Contexto: una relación en tensión
La cita entre el ministro y el diplomático estadounidense se produjo pocos días después de que el expresidente Donald Trump llamara “líder del narcotráfico” y “matón” al presidente Gustavo Petro, y lo incluyera, junto con varios miembros de su familia, en la Lista Clinton, medida que conlleva sanciones financieras y restricciones de viaje.
La decisión marcó un punto crítico en la relación bilateral. Washington mantiene su cooperación únicamente con la Fuerza Pública colombiana, mientras que los vínculos con la Presidencia y la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI) permanecen suspendidos.
Un día antes de conocerse la inclusión del mandatario en la lista, la canciller colombiana, Rosa Villavicencio también sostuvo un encuentro con McNamara para reactivar canales de diálogo como el Diálogo de Alto Nivel en Seguridad y Defensa y el Grupo de Trabajo Antinarcóticos, buscando evitar la ruptura total entre ambos gobiernos. Sin embargo, recordemos que la Canciller está pronto a salir del cargo dado a las tensiones con el país norteamericano.
Ejes del encuentro y continuidad operativa
Según el Ministerio de Defensa, la reunión abordó temas como el fortalecimiento de las operaciones conjuntas contra el crimen organizado transnacional, la cooperación en inteligencia y la continuidad de programas de interdicción aérea y marítima.
El ministro Sánchez reiteró que Colombia mantiene su compromiso de cooperación internacional en seguridad, subrayando que “la defensa de los valores democráticos y la libertad son pilares fundamentales de la relación bilateral”.
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Una estrategia para preservar vínculos
La crisis actual es una de las más profundas entre Bogotá y Washington en décadas. La inclusión del presidente Petro en la Lista Clinton, los recortes de asistencia económica y la descertificación de Colombia en la lucha contra las drogas han afectado los canales diplomáticos tradicionales.
En este contexto, la reunión entre Sánchez y McNamara fue interpretada como un gesto diplomático para aislar la cooperación en seguridad de la tensión política entre los gobiernos. A pesar del distanciamiento entre las casas presidenciales, el Ministerio de Defensa busca garantizar que los mecanismos operativos bilaterales continúen funcionando.
Durante más de dos décadas, programas como Plan Colombia y las misiones conjuntas de interdicción han sido la base de la relación estratégica entre ambos países. Sin embargo, fuentes consultadas por medios especializados advirtieron que los recortes presupuestales y las tensiones diplomáticas podrían afectar futuras inversiones en asistencia militar y de inteligencia.
El ministro Sánchez concluyó que Colombia no renunciará a sus compromisos internacionales en la lucha contra el narcotráfico, y reafirmó que “seguiremos actuando con determinación para enfrentar el crimen organizado y proteger la seguridad de los colombianos, en coordinación con nuestros aliados internacionales”.
