Julio Alberto Elías Vidal será el reemplazo de Berner Zambrano, quien hizo efectiva su renuncia el pasado 19 de octubre. Elías contó con el aval del Partido de la U y tomó posesión de su curul este miércoles en el Senado de la República.
El nuevo senador habló en el parlamento y ratificó su compromiso con la corporación legislativa y con la sociedad colombiana.
“A partir de hoy me pongo a disposición de los colombianos desde el Senado de la República para seguir trabajando y construyendo país. Soy consciente de la gran responsabilidad que asumo. Tengan la certeza que pondré todo mi empeño, honor y compromiso en este nuevo camino”, señaló.
El nuevo congresista es hermano del 'Ñoño' Elías, quien también fue congresista y quien está preso tras comprobarse que efectuó sobornos para directivos de Odebrecht, en el caso de la Ruta del Sol II.
Cabe recordar que la ley habilita a Elías Vidal para ocupar la curul abandonada por Zambrano pues Elías fue el segundo candidato con más votos para ese puesto.
“Falta absoluta de un congresista con excepción de la declaración de nulidad de la elección, a lo cual se atenderá la decisión judicial, autoriza al presidente de la respectiva cámara para llamar al siguiente candidato no elegido en la misma lista del ausente, según el orden de inscripción, y ocupar su lugar”, señala el artículo 278 de la ley 5 de 1992.
En su momento, la candidatura del hermano del “Ñoño Elías” ya había resultado bastante controversial, casi a la par con otras candidaturas como la del hijo del paramilitar Jorge 40, Jorge Tovar (que de hecho llegó al Congreso en una de las curules de víctimas) o la de la hija del parapolítico Juan Carlos Martínez Sinisterra, Lina Martínez, quien vio frustrada su intención de ingresar a la Cámara con una de las curules de los pueblos afro.
Así las cosas, aún cuando el escándalo por Alberto Elías Vidal se acabó tras su derrota, ahora todo esto podría revivir ese viejo malestar de campaña que puso en entredicho la dignidad de muchas candidaturas. Y es que, aunque está claro que los delitos de sangre no existen, sí es importante preguntarse por qué la política en el país insiste en ser cíclica con aquellos apellidos que de alguna u otra forma resultaron inmiscuidos en semejantes escándalos de corrupción.
¿Acaso no hay nada más? ¿No hay nombres nuevos para la política en Colombia? Una pregunta que de hecho en su momento ya se le había hecho al Partido de la U por el aval que le dio al hermano del Ñoño Elías, ya que para muchos resultaba bastante contradictorio con la nueva imagen de la colectividad que se proyectaba como “un partido de la gente, del ciudadano común”.