La situación que enfrenta Pedro Sánchez no tiene precedentes: deberá gobernar una España con profundos conflictos regionales con solo 84 diputados en un Congreso de 350 miembros.
Sánchez estudió Ciencias Económicas y Empresariales y es doctor en Economía. Ha trabajado en organismos internacionales como Naciones Unidas (ONU) y el Parlamento Europeo.
Antes de ingresar a la política fue basquetbolista. Jugó en las divisiones juveniles de Estudiantes de Madrid.
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Este político afirma que el socialismo se lo inculcaron desde el hogar. "La política ya estaba en mi casa porque a mi madre, que no es militante, pero es más socialista que yo, y a mi padre, que sí es militante, les encantaba debatir en la sobremesa", relató a medios de comunicación.
Llegó al Congreso en diciembre de 2015, luego de participar por primera vez en elecciones generales. Ese año, el partido Partido Socialista Obrero Español (PSOE) obtuvo el menor número de escaños de su historia, pero se mantuvo como la segunda fuerza política del país, después del Partido Popular (PP), al que pertenece Mariano Rajoy.
Los votantes habían castigado al PSOE desde las elecciones de 2011. El gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (2006-2011) había dejado al país sumido en una profunda crisis económica, una reducida tasa de crecimiento de 0.1% y un elevado paro del 21,5%.
En marzo de 2016 Sánchez fracasó en su intento de convertirse en presidente del Gobierno, a pesar del apoyo de los partidos Podemos y Ciudadanos. En septiembre de ese mismo año dimitió como secretario general del PSOE, cargo que ocupaba desde el 2014, debido a una fuerte controversia con su partido por negarse a apoyar la investidura de Mariano Rajoy.
La presidenta de la Junta de Andalucía y líder del PSOE Susana Díaz fue su mayor contradictora dentro del Partido. Tres meses después de ser elegido secretario general de los socialistas, Díaz le empezó a cuestionar sus decisiones al mando del partido y a criticar su gestión.
Después de las elecciones de junio de 2016, en el que disminuyó el número de diputados del PSOE en el Parlamento, de 90 a 85, el partido se dividió entre los que promovían la absención de votar la investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno y los que buscaban un pacto con Ciudadanos y Podemos para formar gobierno, como intentaba Sánchez.
En el Comité Federal del PSOE, el 1 de octubre de 2016, los críticos de Sánchez que apoyaban a Susana Díaz anunciaron que desconocerían el liderazgo de su secretario general y formarían una junta gestora, que sería liderada por Javier Fernández, presidente de Asturias, para tomar las decisiones en el partido. El Comité Federal decidió que se abstendría de votar la investidura de Mariano Rajoy, el 24 de octubre.
Al final, el 29 de octubre de 2016, Pedro Sánchez dejó su escaño, dimitó como secretario general del Partido y su famoso “no es no” lo hizo ganar el respeto de muchos militantes del PSOE.
Sin embargo, a principios de 2017 se impuso a las candidaturas de Susana Díaz y Patxi López y fue reelegido como secretario del partido con más del 50% de los votos, gracias al trabajo con las bases que realizó los meses posteriores a su dimisión.
La moción de censura que terminó en la destitución del presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, fue una movida arriesgada, teniendo en cuenta que Rajoy tenía mayoría en el Congreso.
Para lograr socios políticos, Sánchez se comprometió a mantener los Presupuestos Generales del Estado del PP, aunque su partido hubiera votado en contra de ellos. Las alianzas funcionaron y logró 180 votos para retirar a Rajoy de su cargo y asumir como presidente del gobierno español.
Ahora “Pedro el guapo”, como se le conoce en los medios españoles, deberá gobernar con el PSOE más debilitado de la historia y heredando un conflicto en Cataluña.
Sánchez conformará su gabinete al mismo tiempo que el nuevo 'president' catalán, Joaquim Torra, conformará su nuevo Govern. Este sábado se posesionan los nuevos consejeros de la Generalitat de Cataluña.
Pedro Sánchez, el socialista que logró tumbar a Rajoy
Vie, 01/06/2018 - 05:11
La situación que enfrenta Pedro Sánchez no tiene precedentes: deberá gobernar una España con profundos conflictos regionales con solo 84 diputados en un Congreso de 350 miembros.
Sán
Sán