El presidente del Congreso Arturo Char firmó finalmente la resolución para aplicar la silla vacía al partido Conservador, específicamente a la senadora Soledad Tamayo, por orden de la Corte Suprema de Justicia que condenó a Aida Merlano por corrupción electoral.
La senadora Tamayo aseguró que acata la decisión aunque no está de acuerdo con que se le haya aplicado la silla vacía. “Se trata de una desafortunada pérdida para la democracia, porque la voz de mis electores, más de 60 mil ciudadanos, queda en silencio en el Congreso ante una decisión como esta”, aseguró.
Según Tamayo, ella llegó a la curul luego de que el Consejo de Estado declaró la nulidad de la elección de Merlano y “si no me hubiera posesionado como Senadora, muy seguramente, hubiera sido objeto de una demanda de pérdida de investidura”, aseguró la congresista.
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“No he cometido ningún delito, llegué a ocupar este cargo tras años de dedicación y por la confianza que depositaron en mí, los ciudadanos que me eligieron para representarlos”, agregó Tamayo.
La congresista, que debió dejar su curul el pasado viernes, aseguró que perdió su elección en dos oportunidades, primero porque a su partido le asignaron 14 curules, lo que la dejó por fuera y ahora por causa de la silla vacía en la curul de Aida Merlano.
Soledad Tamayo aseguró que no conoce a Aida Merlano y ni uno de los votos que recibió para ser elegida senadora tienen que ver con la prófuga política. Además sostuvo que no podía aplicarse la silla vacía porque el Consejo de Estado había decretado la nulidad y pérdida de investidura a Merlano, antes de la condena de la Corte Suprema de Justicia.
Tamayo sostuvo que el castigo de la silla vacía se aplicó dos veces al partido conservador, una en la Cámara de Representantes y otro, el cual se cumple ahora, en el Senado de la República. Esto sucedió porque Merlano era representante a la Cámara cuando realizó campaña ser elegida senadora, proceso en el que fue descubierta la red de compra de votos.
“Todas estas situaciones han invisibilizado las consecuencias para nuestra democracia: ¿Menos representación es mejor para Colombia?, ¿la voz de más de 60.000 ciudadanos y sus familias es irrelevante en el Congreso?”, cuestionó Tamayo.
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“En mi trayectoria como servidora pública me he caracterizado por trabajar de forma transparente y diligente, entendiendo siempre a la política como una causa noble al servicio de la gente”, sostuvo la senadora conservadora.
La pérdida de la curul de Tamayo era una de las ‘papas calientes’ que debía resolver el electo presidente del Congreso Arturo Char. Esta situación significaba un proceso cuestionado, dado que él también se encuentra en indagación preliminar por parte de la Corte Suprema de Justicia, luego de ser señalado por Aida Merlano como miembro de la compleja red de corrupción conocida como la Casa Blanca de Barranquilla, donde se gestó todo el proceso de compra de votos.
