El polémico concejal de Bogotá Marco Fidel Ramírez carga ahora contra los medios de comunicación, denuncia que lo persiguen y que “son pro-gay”, y se queja de los excesos en las redes sociales contra él y quienes defienden la institución de la familia.
¿Qué es ser pro-gay, en su concepto?
Privilegiar la promoción de la diversidad sexual por encima del valor familiar. Hay medios que simplemente lapidan a un concejal porque defiende sus puntos de vista en armonía con lo que considera la familia natural entre un hombre y una mujer. Estamos en otros tiempos que evidentemente yo respeto, pero no comparto. En lo que a mí respecta yo seguiré defendiendo la familia, tal como la estableció Dios.
¿Es usted pastor cristiano?
Orgullosamente. Creo en Dios, creo en Jesucristo y predico su palabra hace más de tres décadas.
¿Se le ha ido la mano en el tratamiento a la comunidad gay en Bogotá?
Yo como hombre temeroso de Dios no tengo enemistades ni rencores ni odios con nadie. Voy a decírselo con toda claridad para que a nadie le quede duda. Yo amo a la comunidad homosexual, con el amor de Dios. Cada ser humano es libre de tomar las decisiones que determine convenientes. Soy periodista de La Universidad de la Sabana y creo en la familia por convicción plena.
¿Cómo ha sido su familia?
Conozco las dos facetas de la familia. Vengo de una familia destruida. Soy hijo de una madre soltera y de un padre avión que me engendró y luego se voló. Parece que era pariente de Batman. Me engendró y luego se voló. Pero también conozco la faceta de una familia feliz. He estado casado con la señora Luz Dary hace 33 años. Dios nos ha regalado tres hermosos hijos, un médico veterinario, una abogada penalista y un terapeuta ocupacional.
Respeto la diversidad sexual, pero no la dictadura de la diversidad sexual, a la que nos está conduciendo el gobierno de Petro en Bogotá. Defender esta posición –la mía- no es pecado ni delito ni homofobia. Todo lo contrario. Es defender una convicción fundamental para salvaguardar el tejido moral del pueblo colombiano.
¿Sugirió usted que la alcaldía de Petro y el Canal Capital se están llenando de homosexuales?
Lo que yo he dicho es que en la administración de Gustavo Petro se ha privilegiado de una forma particularmente desbordada la proyección de la diversidad sexual. Petro debe saber que debe gobernar para todos los bogotanos y no con criterios de privilegio para el 4 ó 5 % de la población de la diversidad sexual. Creo que Bogotá se dirige hacia una inconveniente dictadura de la diversidad sexual.
¿Y cuáles son sus críticas al Canal Capital sobre el tema sexual?
Creo que el Canal Capital, que nos pertenece a todos los bogotanos, ha privilegiado los mensajes sobre diversidad sexual, y ha olvidado que es su imperativo promover principios y también valores, que debe obedecer el mandato del artículo 42 de la Constitución Política.
Los bogotanos –en un 95%- ni somos ni queremos ser LGBTI, aunque respetemos los miembros de esa comunidad.
¿Le respondieron la solicitud de informar la proporción de homosexuales que tiene el Canal Capital?
El doctor Hollman Morris se abstuvo de responder esa pregunta, pero sí me ha estigmatizado y enviado a la picota pública.
¿Usted ha dicho textualmente que hay mucho marica en Bogotá?
Jamás. Tengo un profundo temor de Dios, pero también pantalones para pedirle a esta sociedad que proteja a la familia normal, natural y constitucional, integrada por un hombre y una mujer. Esa debe ser la mejor herencia para nuestros hijos y para nuestras hijas.
Pero entiendo que usted sigue de pelea con el Canal Capital…
Ese canal, que pagamos todos, no puede ser solo un megáfono del régimen del doctor Gustavo Petro. Debe ser equilibrado en la información. Yo he sido víctima de señalamientos desde el Canal Capital, y tampoco me permite expresarme con libertad.
No me gusta que le caiga encima a algunos concejales, que no comparten ideología con el alcalde. Si son investigados, será la justicia la que los condene, no el canal de televisión oficial.
¿Se le olvida a usted, volviendo al tema religioso, que somos un país laico?
Esa es la disculpa para que en Colombia y particularmente en la ciudad se aprueben muchas cosas que no convienen. Ese laicismo no justifica el hecho de que se pretenda imponer en la ciudad y en el país una dictadura de antivalores. Una dictadura de la diversidad. Una dictadura que evidentemente, en términos filosóficos, sacrifica lo que esencialmente defiende la Constitución en términos de familia.
¿Insiste usted en temerle a Dios, cuando nos dicen que es un ser bondadoso?
Usamos la frase en el contexto del lenguaje bíblico, que representa el imperativo del respeto y de la reverencia ante el Altísimo.
Yo creo que esta ciudad debe volver a Dios. La corriente del ateísmo, la corriente del laicismo y la corriente por supuesto de la inmoralidad en el mundo moderno nos ha hecho creer que quienes amamos a Dios y tememos a Dios somos un montón de gente ridícula, pasada de moda y cavernícola como permanentemente me lo dicen en los medios y las redes sociales.
Soy un hombre que ama a Dios, que teme a Dios, y llegué al Concejo de Bogotá a defender la vida, que es sagrada. Por eso no estoy de acuerdo con el aborto. Creo en la familia con mayúsculas. Si Jesucristo fue insultado, agredido y crucificado por la verdad, pues este humilde siervo del Señor está presto para pagar también ese precio y el que sea necesario.
¿Por qué dice usted que están desviando a los jóvenes hacia comportamientos pecaminosos?
El país debe volver a los diez mandamientos o dejamos a la muchachada en brazos de la fornicación, la inmoralidad, la distorsión, de la perversión. El año pasado, por ausencia de valores y principios cristianos, la Alcaldía Mayor repartió a la muchachada dos millones de condones, para que los muchachos pasaran más tiempo fornicando que estudiando. Para que pasaran más tiempo en el catre que en la cátedra. No puedo compartir eso. Creo que a los jóvenes hay que protegerles su carácter moral y la solución no está en los condones.
Pero los condones no son para que los muchachos estudien menos, sino para que las muchachas no queden embarazadas y no tengan que hacerse los abortos que usted tanto critica…
En vez de repartir condones hay que enseñarles a los muchachos principios y valores. No los educamos para decirles que las relaciones sexuales antes del matrimonio siempre serán una maldición. Traen enfermedades de transmisión sexual, producen embarazos indeseados. Aunque les parezca ridículo, que conserven su virginidad hasta el matrimonio.
Concejal, ser homofóbico perjudica a la sociedad, no es propio de estos tiempos…
Usted me calumnia. Lo invito a denunciarme públicamente porque me está acusando de un delito. Yo no soy homofóbico, amo la comunidad homosexual. Mi defensa de la familia en ningún caso pretende, ni estigmatizar ni irrespetar, ni agredir.
Usted los quiere… pero bien lejos…
Por favor, quíteme ese estigma de encima. No me lo merezco.
Aterricemos las cosas. ¿Usted defiende la virginidad porque dice que se casó virgen y su señora también?
Evidentemente creo que lo que bien empieza, bien avanza. Invito a los jóvenes a que esperen un poquito. El sexo es absolutamente delicioso, constructivo y edificante dentro del matrimonio. Fuera del matrimonio produce muchos problemas que hoy estamos viendo en la juventud.
¿Si alguno de sus hijos le dijera que es gay, usted que haría?
Tengo tres hermosos hijos. Dos hijas preciosas, una de ellas casada y un hijo profesional, muy bien casado también. Sin embargo, en cualquier circunstancia sólo hay amor en mi corazón. Por la formación que han tenido mis hijos, pienso que jamás irán en contravía con el orden natural.
¿El homosexual se hace, no nace?
Evidentemente.
Solo queda una duda… ¿Para consignar el 10 % de mi sueldo lo puedo hacer desde la casa?
Le recuerdo que Dios está interesado en su corazón más que en su billetera.
¿Sigue cobrando el diezmo en su Iglesia?
La tradición cristiana permite que las comunidades evangélicas y las comunidades que aman al Señor puedan aportar voluntariamente al sostenimiento de la obra y a la predicación del evangelio, y eso no es un delito.
Quién habla más, ¿un pastor en el púlpito o un político en campaña?
Los pastores en el púlpito predicamos el evangelio, los políticos en campaña convocamos la solidaridad de la opinión pública. Ambas expresiones son nobles y correctas cuando ambas transmiten la verdad. Y lo hago juiciosamente con estricto apego a la verdad.
¿Alguna vez lo han agredido por sus planteamientos?
Por ahora solamente me han insultado, me han amenazado en las redes y en diciembre anterior mancharon las paredes de mi casa. Ya es hora que este país oiga a un activista defensor de la familia y por supuesto que lo respeten. Si perdemos la familia, perderemos a la sociedad.
"Petro y los medios son pro-gay": concejal Marco Fidel Ramírez
Lun, 16/09/2013 - 05:27
El polémico concejal de Bogotá Marco Fidel Ramírez carga ahora contra los medios de comunicación, denuncia que lo persiguen y que “son pro-gay”, y se queja de los excesos en las redes sociales