Las aplicaciones que permiten un cambio del aspecto físico son por lo general las más populares. Primero fueron los filtros de animales de
Snapchat y luego los de
Instagram.
Hace poco está en furor
FaceApp, la herramienta que cambia el rostro al de una persona mayor y que también lo puede mostrar como un adolescente.
Si bien es una
app usada, en su mayoría por jóvenes, hay adultos, y en este caso políticos, que han usado la aplicación ya sea solo por diversión o con la intención para figurar dentro de la coyuntura y ganar adeptos.
Esteban Santos, hijo del expresidente
Juan Manuel Santos utilizó la aplicación para lanzar una pulla a la carrera política de
Álvaro Uribe Vélez.
https://twitter.com/EstebanSantos10/status/1150935591296651264?s=20
Carlos Fernando Galán también se tomó un momento para lanzar un chiste en caso de que llegara a ganar la
Alcaldía de Bogotá.
https://twitter.com/CarlosFGalan/status/1150967460520177664?s=20
Si bien todo se presta para seguir las tendencias, existe un riesgo para quienes hacen uso de
FaceApp.
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Este emprendimiento de origen ruso creado en 2017 por
Wireless Lab, en cabeza de
Yaroslav Goncharov tiene en sus términos de uso un apartado en el que explica:
"No alquilaremos ni venderemos su información a terceros fuera de FaceApp (o el grupo de compañías del que FaceApp es parte) sin su consentimiento".
Sin embargo, tiene excepciones en puntos en los que explican que compartirán información sin un consentimiento "con organizaciones de terceros que nos ayudan a proporcionarle el servicio".
¿Qué quiere decir esto?
En dado caso que FaceApp anuncie que venderá el negocio, los datos de los usuarios caerán en las manos del comprador.
En la mayoría de casos son compañías como
Google y Facebook quienes adquieren estas pequeñas empresas en furor para tener el derecho al uso de datos personales a su gusto.
