Finalmente se acabó la carrera a la presidencia de la República, dando como ganador al líder del Pacto Histórico, Gustavo Petro, con una diferencia de poco más de 700 mil votos. Una cantidad considerable de votos, si se tiene en cuenta que el domingo Petro se consagró como el presidente con la mayor cantidad de votos en la historia de Colombia con 11’281.013 sufragantes.
En el fondo, lo sorprendente no fue tanto el triunfo como la cantidad de votos extra obtenidos por ambos candidatos con respecto a la primera vuelta. Por el lado de Rodolfo Hernández, efectivamente alcanzó la cantidad esperada de votos, prácticamente sumando los votos de Federico Gutiérrez en primera vuelta. En total, el exalcalde santandereano obtuvo más de 10,5 millones de votos, cuando se proyectaba entre 10 y 12 como cantidad necesaria para vencer a su contendor.
Sin embargo, eso no llegó a suceder y Petro dio la gran sorpresa de pasar de más de 8,5 millones en primera a 11,2 de segunda vuelta, con una diferencia importante de 3’453.846 votos. Entre tanto, la gente se pregunta: ¿de dónde salió semejante cantidad de votantes para un proyecto político que se imaginaba, en el mejor de los casos, sumando de uno a dos millones de votos?
La respuesta es en apariencia sencilla, pero en el fondo tiene una coyuntura histórica muy potente. Al comparar los resultados de la primera vuelta con la segunda, ni Rodolfo logró conquistar los territorios donde predominaba el voto contrario, ni Gustavo Petro los territorios en los que antes ganaron Rodolfo Hernández o Federico Gutiérrez.
De hecho, la única excepción fueron los departamentos de Quindío y Risaralda, ya que en estos se había impuesto el Pacto Histórico en primera vuelta y Rodolfo lo hizo en segunda. En Risaralda, por ejemplo, la relación fue de un 35,42% por Gustavo Petro en mayo y un 51,01% por Rodolfo el 19 de junio.
Por otro lado, en Quindío, el líder del Pacto se impuso en primera vuelta con 31,07%, mientras que Rodolfo logró ganar este territorio con 55,4% de los votos en segunda. Por lo demás el mapa se mantuvo, con algunos incrementos porcentuales en los territorios.
Acá el mapa gráfico de la Registraduría, con los resultados de Gustavo Petro en naranja y Rodolfo Hernández en amarillo:
El incremento más grande que vivió Gustavo Petro fue en el Caribe, donde obtuvo 2’589.356 votos, sumando 697.568 votantes en comparación con la anterior votación (cuando tuvo 1’891.788). A eso le sigue el Pacífico, donde el crecimiento fue del 29%.
En esta región, históricamente marcada por la violencia y olvido estatal sobre todo en departamentos como el Chocó, Petro pasó de más de 1,9 millones de votos a 2’545.326. Es decir, una diferencia de 582.935.
A eso le sigue Bogotá, reconocida como uno de los fortines políticos de Gustavo Petro, donde aumentó 582.935 votos en la segunda vuelta, superando los 2,5 millones. Un repunte masivo en una ciudad en la que, por otro lado, Rodolfo Hernández también demostró un sorpresivo poder electoral con 1’480.198 votos.
Otro terreno duro de Gustavo Petro fue la Amazonía, exceptuando los territorios del Caquetá y Guaviare donde ganó el exalcalde de Bucaramanga. En total, Petro registró una variación de 29.618 votos con respecto a la primera vuelta, ganando con 135.984.
Según Armando Benedetti, hoy por hoy uno de los hombres más fuertes del gobierno entrante, sumando la votación total de Gustavo Petro en esta región del país (incluyendo donde ganó Rodolfo), se alcanzó una diferencia de 57.918. En la victoria del candidato también jugaron un papel importante los puestos de votación en el exterior, Antioquia y el Eje Cafetero, el centro y oriente del país, donde a pesar de haber ganado Hérnández se registró un aumento considerable de votos para el Pacto Histórico.
En general, un final apretado que resultó tanto una sorpresa como una señal a gritos para la política en Colombia, con un mapa que expone un grito de algunos de los departamentos más golpeados por la violencia y olvidados en términos de presencia estatal. Una voz, un sector, que en las últimas semanas parece que Gustavo Petro logró interpretar de una mejor manera que su contrincante.
Haciendo un viaje en el tiempo, a modo de reminiscencia, parece que al final terminó cobrando factura aquella famosa frase de Rodolfo Hernández con una periodista a la que le aseguró que su campaña podría lograrlo todo a través redes sociales y que con ellas era capaz de permear hasta el último rincón de Colombia. Al final, esos rincones muchas veces carentes de internet terminaron eligiendo al proyecto contrario.
