Francisco de Roux, máxima autoridad de la congregación religiosa de los Jesuitas en Colombia, tal vez la comunidad religiosa más influyente y poderosa del país, dejó la casa destinada para vivienda de los sacerdotes en el barrio Teusaquillo, en Bogotá, para trasladarse a vivir a una vivienda austera en un barrio popular de la parte alta de la avenida Circunvalar. En ese barrio Pacho De Roux realizó trabajo comunitario hace varias décadas y sin duda prefiere la vida cercana a la gente y no aislado como su jerarquía se lo exigiría. Comparte la vivienda con otros dos sacerdotes jesuita, que como él manejan cargos de responsabilidad dentro de la comunidad: Carlos Eduardo Correa, rector del Colegio San Bartolomé La Merced, y Mauricio García, director del Centro de Investigación y Educación Popular (Cinep).
La humildad del padre Pacho de Roux
Mié, 14/12/2011 - 14:28
Francisco de Roux, máxima autoridad de la congregación religiosa de los Jesuitas en Colombia, tal vez la comunidad religiosa más influyente y poderosa del país, dejó la casa destinada para vivien