Varias críticas han recaído sobre el presidente Gustavo Petro luego de que, hace pocas horas, firmara y diera vida al decreto 1219 de 2023 por medio del cual se aumenta el salario de los senadores y representantes a la Cámara del país, siguiendo la ley 644 de 2001 que fija el ajuste en los sueldos de estos funcionarios públicos.
Muchos cuestionan al jefe de Estado por prestar su firma para tal fin cuando años atrás criticó el alto salario de los congresistas e incluso planteó la posibilidad de reducirlo. De hecho, frente al tema se pronunció durante su campaña a la presidencia en 2018 y señaló lo siguiente:
“Nosotros sí creemos que por razones de justicia el salario del congresista debe ser menor, por su distancia con los sectores que no ganan ese tipo de salario que son la mayoría de los colombianos”.
Fue durante unas declaraciones a El Espectador cuando el entonces candidato a la presidencia manifestó su descontento con la brecha salarial de los legisladores frente al promedio de los colombianos.
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“No porque queramos distribuir la riqueza de los que ya tienen entre los pobres, sino porque queremos darle a la población de menos capacidad económica en toda Colombia los instrumentos productivos que le permitan, como dice la Biblia, ganarse el pan con el sudor de la frente. Es decir, el trabajo es el constructor de la riqueza”, planteó Petro esquivando de alguna forma la pregunta sobre si bajaría, en una eventual presidencia, el salario de los congresistas.
Frente al más reciente aumento, del 14.62 % con el que el sueldo mensual quedó en $43.418.152, fueron muchos los reclamos que recibió Petro cuya firma fue acusada como parte de ‘una jugadita’ para dañar la imagen del Congreso ante la ciudadanía que reclama el importante incremento.
“Nosotros como congresistas radicamos un proyecto de ley para buscar la reducción del salario, en el cual acompañaron todas las bancadas. Somos conscientes también del compromiso que tenemos de cambiar la imagen del Congreso. Pero esas jugaditas con las que nos sale el presidente Petro, después de instalado el Congreso el 20 de julio”, argumentó.
¿Es realmente decisión del presidente?
Aunque muchos sectores de oposición han aprovechado el escándalo contra el Jefe de Estado, cuestionando su verdadera percepción sobre los ingresos de los congresista, lo cierto es que Petro solo cumplió con un requisito legal y el incremento del 14,62% hace parte de lo dictado por la ley 644 de 2001, que en el marco del artículo 187 de la Constitución establece el pago para estos trabajadores públicos.
“La asignación de los miembros del Congreso se reajustará cada año en proporción igual al promedio ponderado de los cambios ocurridos en la remuneración de los servidores de la administración central, según certificación que para el efecto expida el Contralor General de la República”, menciona la carta magna.
De hecho, el mismo presidente Petro tuvo que salir a explicar que, por su cargo y a pesar de sus desavenencias, tuvo que firmar el decreto.
“El incremento de los salarios de los Congresistas no es una decisión del presidente. El incremento de esos salarios los regula una ley de la República”, señaló.
