Un empresario a finales de 2012 donó una réplica del David, escultura hecha por Miguel Ángel Buonarroti en el siglo XVI, a una aldea llamada Okuizumo, en el occidente de Japón. La figura ha despertado incomodidad entre los lugareños porque rechazan que el hombre desnudo haya sido puesto en un parque público donde van muchos niños. Las representaciones de personas sin ropas son un estilo artístico que no cae muy bien en comunidades conservadoras de las provincias niponas, así que para evitar desperdiciar el obsequio de mármol de cinco metros, algunos padres de familia ofrecieron una solución salomónica: ponerle calzoncillos al David. La idea está aún en discusión.
Quieren ponerle calzoncillos al David de Miguel Ángel
Mié, 06/02/2013 - 10:06
Un empresario a finales de 2012 donó una réplica del David, escultura hecha por Miguel Ángel Buonarroti en el siglo XVI, a una aldea llamada Okuizumo, en el occidente de Japón. La figura ha desper