La presión dentro del Congreso de la República sigue creciendo por las denuncias realizadas públicamente por el exsenador Gustavo Bolívar en entrevista con Semana, donde dejó al descubierto una supuesta red de favores sexuales al interior del recinto legislativo. Escándalo que ahora se divide entre las personas que han mostrado su desprecio por lo que estaría pasando y los que consideran que Bolívar debió reaccionar con anticipación en su calidad de senador de la República.
Cabe recordar que en ese espacio, el entonces senador Bolívar señaló que en el Congreso existía una supuesta red de trata de personas, con mujeres a las que se les pedirían favores sexuales para poder avanzar en este importante recinto de la política nacional. Mismas a las que Gustavo Bolívar habría escuchado directamente, aunque evitó revelar nombres directos.
“Para poderlas esclavizar sexualmente, les hacían contratos de dos o tres meses. Es más fácil, para que vuelvan a estar con ellos, que si los contratos se hacen por un año. Las mantienen así, con contraticos chiquitos (...) El esposo no sabe lo que les toca hacer; a otras les da miedo que el novio las deje; otras tienen el temor de que no les vuelvan a dar empleo en ningún lado”, señaló Bolívar, quien además dejó clara su intención de volver a su antiguo trabajo como libretista.
Sin embargo, el exsenador Bolívar también ha sido blanco de críticas por haberse esperado hasta su salida del Congreso para denunciar algo tan grave como una red de favores sexuales en el Congreso y que, a pesar de conocer los nombres, prefiera callarlos. Aunque, eso sí, él mismo ha precisado que lo hace por respeto a la intimidad de las víctimas y en aras de respetar su derecho a hablar públicamente cuando así lo decidan.
Precisamente sobre este tema escribió la ex fiscal general de la Nación, Viviane Morales Hoyos, en su columna de El Tiempo donde acusó a Bolívar de “machista y misógino”, así como de haber convertido su entrevista de salida del Congreso “en un pasquín de lanzamiento promocional de su próxima pornonovela”.
“El senador no es denunciante sino testigo mudo de la violencia sexista que padecen las mujeres explotadas de quienes terminó siendo su cobarde confidente. ¿Cómo así, senador Bolívar, que viene usted a contarle al país que hay explotación sexual de mujeres en el Congreso, al que perteneció durante cinco años, tan solo el día después de haber renunciado prematuramente?”, inicia Viviane Morales en su columna.
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A eso le siguieron varias preguntas, entre otras la razón por la que el senador denunció ante los micrófonos del periodismo y no frente a la justicia, e incluso le cuestionó no abogar por aquellas mujeres ante el gobierno nacional que, entre otras cosas, avanza precisamente con un Ministerio de la Igualdad que busca acabar con este y otro tipo de vejámenes contras las mujeres y otras poblaciones.
“No crea que puede engañar al país como si estuviera encerrado urdiendo la trama de otra narconovela. Lo que usted acaba de hacer es utilizar la violencia sexista que sufren las mujeres para promocionar la nueva serie que acaba de contratar. Si no fuera así, usted se hubiera quedado en el Senado cumpliendo con su deber de denunciar esa barbaridad antes que salir a renunciar para ganarse los millones que quiera escribiendo esas cosas que escribe”, añadió la exfuncionaria, quien no demoró mucho en ganar apoyos entre la oposición.
El revolcón por las denuncias de Gustavo Bolívar
Desde que el exsenador Gustavo Bolívar decidió hacer públicas sus denuncias sobre lo que presuntamente estaría pasando en el Congreso, lo cierto es que no han sido pocas las reacciones políticas. De hecho, él mismo dijo que lleva varios días siendo víctima de ataques desde numerosos frentes.
“Estoy bajo ataque hace 3 días por atreverme a contar la asquerosidad de la política por dentro. Alguien tiene que hacerlo”, aseguró Bolívar en su cuenta de Twitter, quien se estaría preparando para sacar adelante un proyecto audiovisual con RCN.
Sin embargo, lo cierto es que este escándalo estuvo lejos de quedarse solo en palabras, ya que las denuncias de Bolívar han causado un revolcón que por ahora se sabe será investigado por la Fiscalía y la Comisión de ética del Senado de la República.
Por su parte, el senador Jairo Roldán, presidente de la Comisión Ética, aseguró que le seguirán la pista de cerca tanto a las declaraciones del senador como al estado de las presuntas víctimas, para verificar la veracidad de las mismas y la gravedad de la situación: “Se hablará con las posibles víctimas y de ello determinar el camino de la investigación”.
Por otro lado, la Fiscalía también adelantará sus propias investigaciones, para las cuales ya citó formalmente a Gustavo Bolívar el próximo 13 de enero con el fin de ampliar sus declaraciones: “La investigación se realiza sobre la base de información suministrada por el excongresista recientemente en una entrevista en un medio masivo de comunicación y a través de sus redes sociales”.
Otro anuncio que llegó sobre el tema es la denuncia que hará contra el senador el abogado Daniel Briceño, opositor del actual gobierno, por supuestamente haber omitido denunciar oportunamente varios casos de acoso sexual dentro del Congreso, según contó el jurista en entrevista con Kienyke.com.
“Todo servidor público tiene la obligación de denunciar cada vez que tenga conocimiento de la comisión, o que se está produciendo un hecho delictivo (...) El artículo 417 del código penal establece un delito que se llama abuso de autoridad por omisión de denuncia. Es decir, el senador Gustavo Bolívar al haberse enterado de estos hechos tan graves de que haya una red de trata de personas en el Congreso, que es algo gravísimo, debió haber puesto estos hechos en conocimiento de las autoridades", señaló Briceño.
Así las cosas, probablemente seguirá por un tiempo el escándalo por las denuncias de Bolívar que se debaten entre la capacidad de destapar lo que sería una de las ollas podridas más graves dentro del Congreso de la República o ser una denuncia que no llegue a desarrollarse públicamente (bien sea por protección de las presuntas víctimas o la falta de pruebas). Al final será la justicia quien determine el camino de la investigación.
