En un sector apartado de la vereda Las Liscas, en zona rural de Ocaña (Norte de Santander), fueron hallados tres cuerpos sin vida con heridas por arma de fuego.
Según informaron las autoridades locales, las tres personas se movilizaban el martes en la tarde, en una camioneta Toyoya Fortune, cuando fueron interceptados por sujetos desconocidos.
Entre las víctimas se encuentra un ciudadano venezolano y ante estos hechos, actualmente continúan las investigaciones respectivas para establecer la identidad de los fallecidos.
Se presume que este acto violento esté relacionado con un ajuste de cuentas entre grupos ilegales de la región.
“Al parecer, fueron ultimados con armas de largo alcance y ya se están realizando las averiguaciones para dar con la identidad de las personas que se encuentran allí”, aseveró el coronel Fabián Ospina, comandante de la Policía de Norte de Santander.
Adicionalmente, aseguró que en la escena del crimen, donde delinquen la guerrilla del Eln y Los Pelusos, se activó un plan candado para recobrar la tranquilidad de la comunidad y establecer los nombres de los responsables de este triple homicidio.
Temor en el departamento
La semana pasada también en Norte de Santander, según información entregada a las autoridades de la estación policial de La Parada, en Cúcuta, una persona observó el momento en el que cuatro encapuchados arrastraban dos cadáveres desde territorio venezolano.
Estas personas abandonaron los cuerpos en una trocha cercana a Colombia, conocida como La Marina.
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Luego de conocer esta información, la Policía Metropolitana de Cúcuta, verificó los hechos directamente en límites con la población venezolana de Llano Jorge en el estado Táchira.
En el lugar, los uniformados efectivamente hallaron los cuerpos con varios impactos de bala y sin ningún tipo de documentos.
Las autoridades investigan si este hecho está relacionado con unos comunicados difundidos, en los cuales alias el Paisa, un sujeto que se identifica como jefe de Los Urabeños, declara que toma el control de la zona, establece toque de queda a la población y amenaza a las autoridades locales, comerciantes y taxistas a quienes acusa de ser colaboradores de la guerrilla (ELN).
