En la noche de este jueves 4 de abril se presentó un grave hecho de violencia contra la Fuerza Pública en la ciudad de Cali, departamento del Valle del Cauca cuando un carro cargado con explosivos detonó a las afueras del Batallón Pichincha, ubicado en el barrio Meléndez, al sur de la ciudad.
El ataque ocurrió aproximadamente a las 10:20 p.m. Afortunadamente, no se reportaron heridos, pero las infraestructuras del batallón sufrieron daños significativos. Las autoridades han señalado a las disidencias de las FARC como responsables de este acto demencial.
Así lo señaló el mayor general Erik Rodríguez Aparicio, comandante del Comando Conjunto Número Dos, fue enfático al responsabilizar a las disidencias de las FARC por este acto violento.
“Miembros del grupo armado residual de las FARC de manera demencial y cobarde detonaron un vehículo cargado con un sistema artesanal de lanzamiento de cilindros en una zona residencial de Cali, enfrente de la muralla del Cantón Militar de Pichincha”.
El vehículo utilizado en el atentado transportaba cinco cilindros. Estos cilindros iban a ser lanzados desde un costado exterior del batallón para que cayeran dentro de las instalaciones.
El objetivo era afectar las casas fiscales de la institución militar. Sin embargo, la detonación también impactó una vivienda particular fuera del Cantón y otra vivienda dentro del propio Batallón Pichincha. Además, uno de los cilindros fue lanzado dentro del colegio donde estudian los hijos de los oficiales y suboficiales, lo que ha causado indignación pues este ataque iba por sus características parece que iba dirigido hacia la población civil indefensa y las familias de los militares que residen en el Cantón.
Las autoridades continúan investigando los motivos detrás de este ataque y buscan identificar a los responsables. La seguridad en la región sigue siendo una preocupación, y este atentado demuestra la necesidad de mantener la vigilancia y la cooperación entre las fuerzas de seguridad.
