Un estudio realizado por expertos del departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Autónoma de Madrid -UAM- en España, reveló que las personas que consumen grandes proporciones de carne procesada tienen un 30% más probabilidades de empeorar su estado físico.
El dictamen indicó que ese incremento no aplica para las personas que apenas consumen la carne procesada, sin embargo, también exoneró a las carnes rojas o blancas de inducir a la disminución física de las personas.
La explicación que da el instituto es que pese a que la carne es un alimento con un contenido elevado de proteínas de alta calidad, también posee un buen porcentaje de grasas saturadas y trans, especialmente si es carne procesada. Por eso, según Ellen Struijk, investigadora y primera autora de este trabajo, los resultados indican que el efecto beneficioso de las proteínas de calidad de la carne desaparece si esta carne es procesada, debido a que se incrementa su contenido en grasas no saludables, sodio y nitritos.
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Además, según Struijk, se hizo el experimento de reemplazar las carnes procesadas por otros alimentos que también aportan proteínas, como pescado, legumbres, lácteos o frutos secos y se pudo observar que la probabilidad de deterioro de la función física disminuye.Los resultados se fundamentan en el Estudio Seniors-Enrica, que comenzó en 2008 y recolectó la información de 3.289 personas mayores de 60 años. A ellos se les preguntó por sus características sociodemográficas, estilos de vida y problemas de salud. Además, fueron visitados por diferentes profesionales quienes realizaron diferentes exámenes de función física, como velocidad de la marcha, capacidad de levantase de una silla y capacidad de equilibrio. Adicional, se les preguntó si eran capaces de transportar el cesto de la compra, subir un piso de escaleras o andar varias manzanas. Después de 5 años se realizaron nuevas visitas a sus hogares para volver a medir todas estas variables.