Cuando un paciente viene a mí solicitando una sesión de Reiki, sé que está listo para liberar viejas energías, patrones y creencias que ya no les sirven. Puede que estén plenamente conscientes de ello, o simplemente intuir que lo que han venido haciendo no ha estado funcionando.
El Reiki es una técnica de sanación energética que ayuda a aliviar o reducir el dolor y la incomodidad mediante el equilibrio de los centros de energía del cuerpo, más comúnmente conocido como Chakras. Es un proceso natural que apoya la relajación y la curación mediante la eliminación de los bloqueos del flujo de energía.
La razón por la que el Reiki es tan potente y eficaz es porque infunde en los chakras del paciente y por ende en su cuerpo, energía Universal. Cada órgano tomará lo que necesite en ese momento.
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En la situación actual, muchas personas altamente sensibles, se sientes abrumadas por lo que está aconteciendo, y presentan alteraciones en su sistema nervioso simpático. Estrés, ansiedad, cuadros de insomnio, tristeza y desesperanza son algunas de las manifestaciones que presentan.
[caption id="attachment_719925" align="alignnone" width="1024"] Foto: Shutterstock[/caption]
¿Qué sucede cuando nuestro sistema nervioso simpático está afectado? El cuerpo entre modo de supervivencia. La frecuencia cardíaca aumenta y la persona experimenta dificultad para respirar, los músculos se contraen, se produce sudoración excesiva y las glándulas suprarrenales se activan, disparando los niveles de cortisol (la “hormona del estrés”) y adrenalina.
Cuando esto sucede de manera regular, afecta al sistema inmune, disminuyen los niveles de energía, disminuye la concentración, y la persona puede desarrollar dolores físicos y tensiones que no son debidas a trauma físico.
Si las emociones no son correctamente canalizadas y la situación de estrés no se resuelve, la persona puede incluso somatizar y desarrollar enfermedades graves.
Es posible también absorber energías que no nos pertenecen, tras lo cual hay quienes se sienten irritados, fatigados, drenados, y posiblemente incluso agotados, estresados y excesivamente ansiosos.
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El miedo es una emoción fuerte e intensa, pero es en última instancia una ilusión, aunque poderosa. El amor, sin embargo, es real. Y, el Reiki nos ayuda a reconectarnos a nosotros mismos y al Amor. Esta es una energía aún más poderosa, ya que es real.Una de mis pacientes, solía entrar en mi consultorio al borde del llanto. Debía lidiar con viejos patrones de auto-sabotaje y baja autoestima que le impedían disfrutar de una vida amorosa satisfactoria, y triunfar en su carrera obstaculizada por un jefe verbalmente abusivo. Además la energía que percibía de su entorno también la afectaba, por todo lo cual ella se sentía desordenada, dispersa y asustada.
[caption id="attachment_719927" align="alignnone" width="1024"] Foto: Shutterstock[/caption]
Durante la primera sesión con Reiki, le tomó un tiempo calmarse, pero al final pude sentir que se había librado de buena parte de la vieja energía que traía. Se sentía mucho más centrada y tranquilo, y sus ojos brillaban con vitalidad.
Con cada sesión, su fuerza interior resurgió, y comenzó a crear conciencia sobre sus patrones de auto-sabotaje. Procedió a cambiarlos, creando hábitos nuevos y más productivos. Comenzó a tratarse a sí misma con más compasión y amor propio, y decidió confiar en su intuición. Además empezó a cuidar su cuerpo, comiendo mejor y haciendo actividades físicas.
Todo ello porque el Reiki nos ayuda a reconectarnos con nuestro corazón, nuestro verdadero centro, realineándonos con nuestro Ser Superior.
Con información de Analítica.