Seguramente habrás oído hasta la saciedad que para controlar el estrés y mejorar tu estado de ánimo debes relajarte. Si claro, suena bien y tiene sentido, pero… ¿cómo se logra? ¿Cómo puedo relajarme en la situación actual? Este artículo ha sido escrito justamente para ayudarte a conseguirlo.
Para muchos de nosotros, la relajación significa sentase frente a la televisión al final de un día fuerte. Pero en la realidad, éste hábito poco hace en cuanto a reducir los efectos perjudiciales del estrés.
Para combatir eficazmente el estrés, necesitamos activar algo que existe de manera natural en nuestros cuerpos: la respuesta de relajación, y para ello nada mejor que practicar técnicas tales como la respiración profunda, la meditación, el ejercicio rítmico y el yoga. Incluir estas actividades en tu vida te ayudarán a reducir el estrés cotidiano, aumentarán tus niveles de energía y definitivamente mejorarán tu estado de ánimo.
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¿Cómo se activa la respuesta de relajación natural del organismo?
Cuando el estrés sobrepasa se adueña de tu sistema nervioso, tu cuerpo se inunda de sustancias químicas que lo preparan para “luchar o huir”. Si bien la respuesta al estrés puede salvar vidas en situaciones de emergencia en las que es necesario actuar con rapidez, si se activa constantemente, debido a las emociones mal manejadas, termina por desgastar el organismo.
Ante situaciones de tensión social o económica, el estrés aparece y hace de las suyas. Es difícil, escapar de él, pero es posible contrarrestarlo, aprendiendo a producir la respuesta de relajación, la cual es la polaridad opuesta de la respuesta al estrés: un estado de profundo descanso, que equilibra tu cuerpo y tu mente. Cuando se produce podrás permanecer físicamente relajado y mentalmente alerta al mismo tiempo.
Al activar la respuesta de relajación:
- La respiración se vuelve más lenta y profunda
- Los músculos se relajan
- El ritmo cardíaco se ralentiza
- La presión arterial baja o se estabiliza
- El flujo sanguíneo al cerebro aumenta