Cuando enfermamos es usual sentirnos mal con nosotros mismos, impotentes, limitados y hasta confundidos.
Solemos hacer un recuento consciente de las cosas que hemos hecho recientemente para detectar en qué momento nos enfermamos, o tener una noción de cómo sucedió. Este es el punto de partida para:
- Emprender el aprendizaje a través de la enfermedad, del cuerpo como un maestro.
- Enmendar lo que veníamos haciendo de modo inapropiado
- Ser más conscientes de cómo actuamos
- Brindarnos los cuidados que hacían falta
Por ejemplo, cuando nos da gripa y no es tan usual, lo primero que surge es la pregunta de cómo sucedió. Entonces empezamos conscientemente a recordar que seguramente esos días tuvimos muchas ocupaciones, no logramos descansar bien en las noches, no comimos muy bien y hasta que el clima no ayudó.
Y en esas situaciones algo nos dice que, si volvemos a despreocuparnos por nuestro cuidado, no nos sanaremos y podríamos, en el futuro, volver a enfermar.
Por un tiempo, todos empiezan a dormir mejor, a darse el descanso que merecen, bajándole al estrés, alimentándose bien, cuidándose de los cambios de clima, etc. Todos aprenden qué es lo que deben evitar y qué deben procurar para su bienestar.
Si nos da gripa seguido, la reacción podría ser muy diferente: usualmente te preguntarías ¿por qué otra vez?, ¿por qué a mí? y hasta podrías echarle la culpa al clima, a tu trabajo y a todos los que te rodeen.
Pero esto no resuelve la enfermedad: lo soluciona hacerte consciente de lo que puedes aprender, lo que marca la diferencia.
Más cuando el aprendizaje lo vuelves acciones concretas, como organizar mejor tu tiempo para descansar bien, reducir lo que contribuya al estrés o agotamiento y brindarte autocuidado.
En este punto el yoga te enseña, a través de la meditación y de las asanas o posturas de yoga integral, a ser más consciente de ti mismo; en un primer nivel consciente de tu cuerpo, de tus límites, tus necesidades, dolores o molestias.
Lo anterior ya es un gran paso para evitar caer en los excesos y aprender a escuchar lo que tu cuerpo te pide: dormir o bajarle al ritmo de actividades cuando hay agotamiento, estirar cuando hay sensación de rigidez, hidratarte cuando hay sensación de sed o resequedad, comer cuando sientes hambre, ejercitarte o moverte ante el sedentarismo, etc.
Aprovecha estos instantes para tomar conciencia. Puedes colocarte en una postura cómoda de meditación, cerrar tus ojos mientras respiras profundo sintiendo lo que sucede internamente al respirar pausadamente.
Ahora puedes concentrarte en una enfermedad particular, que sea muy frecuente o que en estos momentos te esté afectando y evitando preguntar ¿por qué? Pregunta “Para qué”, “cuál es mi aprendizaje con esta enfermedad”. Repítelo varias veces, para conectar con las respuestas que se manifestarán gracias a tu voz de la conciencia o Maestro Interno.
Realiza el recuento de lo que has hecho para contribuir a la aparición de la enfermedad. Si no sabes sobre tu enfermedad, lee al respecto, esto te dará luz de los cuidados que debes darte, lo que debes evitar y procurar para tu bienestar.
Recuerda que nunca está de más consultar un médico, en especial uno que te indique la connotación mental- emocional de tu enfermedad, lo cual mencionamos en el anterior artículo.
Lea también: Con yoga es posible autosanarnos
Continúa profundizando en este primer nivel que el yoga te brinda, practicando meditación de la mano con asanas, para tomar cada vez más consciencia de lo que el cuerpo te comunica y realiza el ejercicio de meditación con cada enfermedad que tengas o se pueda presentar.
“Cuando aprendemos a escuchar a nuestro ser a través del cuerpo y lo que nos rodea, se hace innecesario el camino del dolor y la enfermedad”. Shanti Om - Armonía, salud y paz para tu vida
Andrea Rodríguez González, Instructora de Yoga y Terapeuta Alternativa
Twitter: @Andrea_yogaveda http:/- /yogaveda.com.co/ http:/ - /yogaorganizacional.com/ - Facebook: Yoga Veda - Bogotá
Aprenda de sus enfermedades y cúrelas con yoga
Lun, 08/06/2015 - 06:17
Cuando enfermamos es usual sentirnos mal con nosotros mismos, impotentes, limitados y hasta confundidos.
Solemos hacer un recuento consciente de las cosas que hemos hecho recientemente para detecta
Solemos hacer un recuento consciente de las cosas que hemos hecho recientemente para detecta