La sexualidad es tan amplia como divertida, pero en algunas ocasiones raya lo peligroso y mortal, como es el caso de la asfixia erótica.
Son muchos los mecanismos e ideas que se han desarrollado con el fin de disfrutar el acto sexual con más intensidad, así como diferentes formas de vivir la sexualidad de una forma más diversa. Entre estos temas existen las parafilias, que son las prácticas sexuales poco ortodoxas y como la asfixia erótica, práctica que en algunos casos puede llegar a ser mortal.
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La hipoxifilia, hipoxiofilia o asfixia sexual es una conducta en la que se siente placer a estar siendo ahogado o asfixiado, si se hace por sí mismo se le llama asfixia autoerótica, de esta forma, al perder la respiración se pretende que la intensidad del orgasmo sea mayor. A través de esta parafilia se suelen utilizar objetos de plásticos o de látex, como las bolsas, también cinturones, pañuelos, cuerdas o simplemente las manos desnudas.
Se piensa que la asfixia erótica proviene desde hace varios siglos atrás , algunos pueblos asiáticos la usaban para mejorar la disfunción eréctil, porque algunos criminales al ser destinados a la horca presentaban una erección momentos antes de morir, o incluso después del fallecimiento, de hecho, en ciertos casos alcanzaban la eyaculación.
Esta parafilia se ha vuelto popular por la creencia de aumentar el orgasmo y es usual en culturas como la bondage sadomasoquista, en la que alguno de los dos participantes pide ser ahorcado hasta el punto más alto el clímax. Esto proviene desde un punto seguro porque es consensuado, existen las palabras de seguridad, cuchillos a la mano o nudos fáciles para retirarse en el momento que sea incomodo o peligroso.
Pero como todas las parafilias, en algún punto, según la personalidad y contexto del que venga la persona, se puede desarrollar una patología, en la que el individuo sienta la obligación de sentirse asfixiado en orden de conseguir el orgasmo. De esta manera, sería necesario buscar ayuda psiquiátrica.
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Asimismo, el riesgo mortal es inminente, una revista de psiquiatría forense en España calculó que, al año, entre 500 y 1000 personas mueren a causa de la práctica de la asfixia erótica, por eso es que este tipo de comportamientos siempre deben ser acordados y tener un punto en que la persona pueda sentirse segura sin correr el riesgo de pasar a mayores.
