Gabriel, es el nombre del primer muñeco de silicona creado para el deleite sexual de aquellas mujeres que no cuentan con tabúes al momento de preferir una compañía plástica a una humana.
El tema no es nuevo. Ya desde hace varios años un gran número de empresas se dedican a la creación de muñecas sexuales, sin embargo, no se había pensado aún en empezar a crear con el mismo empeño muñecos de silicona para complacer al mercado femenino.
La sexóloga inglesa Karley Sciortino, columnista para prestigiosas revistas como Vogue y Vice, quiso contar para ésta última mediante un documental cómo es el proceso de creación de un muñeco como Gabriel y cómo se siente tener sexo con él.
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Todo comenzó cuando decidió acercarse a la empresa Sinthetics, productora de este tipo de muñecos y pidió que le hicieran uno alto de cuerpo musculoso, barba, ojos azules y unos centímetros especiales en su miembro. El capricho de Karley le costó cinco mil dólares.
De hecho, Sinthetics tiene como objetivo "brindar a las mujeres la oportunidad de elegir a su hombre perfecto, sin que le falte nada", de acuerdo a un documental de Vice. Ellas pueden pedir su ejemplar como lo deseen.
Sin pelos en la lengua, Karley se encargó de dar fe del buen funcionamiento de su ejemplar en la cama.
"Está hecho para ser duro en el interior con una capa externa suave. Absolutamente indistinguible de una persona real excepto por el hecho de que yo tengo el control completo. Tengo la misma sensación que con una persona real".
Para ella, tener sexo con un muñeco de silicona le sirve a la mujer para probar diferentes velocidades y ángulos y entender su propio cuerpo.
"Es una experiencia muy sensorial. Yo lo he vivido como alguien muy real", concluyó la experta para Vice.
