Una explicación científica y, elementalmente, detallada, que cuenta cuál es la situación de México y por qué han sucedido sismos en los últimos días.
México ha tenido el infortunio de experimentar varios sismos en el último mes, comenzando por el del 7 de septiembre con una magnitud de 8.2 en la escala de Richter, en la ciudad de Pijijiapan en el estado de Chiapas; el segundo en la Ciudad de México, el 19 de septiembre, con una magnitud de 7.1. Ahora, lamentablemente, registra otros tres sismos en la mañana del sábado 23 de septiembre, con magnitudes de 6.1, 5.2 y 5.0, según lo reportó el Servicio Sismológico Nacional del país.
Ahora, ¿por qué estos sismos están sucediendo tan frecuentemente a este país? Más información a continuación.
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La naturaleza de los temblores, sismos o terremotos es impredecible, a pesar del terror que ha causado la coyuntura, es imposible predecir cuándo sucederá o aún más inocente, pensar que es el hombre quien tiene la culpa de esto, ya que se debe a un proceso natural de reacomodo en la placas tectónicas, algo que no se puede detectar en el futuro.
La cuestión central es que México está ubicado en un punto especial de planeta, uno que sufre seguidamente movimientos telúricos, a pequeña, o como se ha visto recientemente, a gran escala.
Según el Servicio Sismológico Nacional mexicano, se producen al día alrededor de 15 sismos en todo el territorio. Esto se debe a que la nación se encuentra sobre el cruce de cinco placas tectónicas: la Placa de Norteamérica, Placa de Rivera, Placa del Pacífico, Placa de Cocos y Placa del Caribe.
Las placas de Norteamérica, la de Cocos y la del Pacífico son las tres más grandes, que cuando se mueven o se reacomodan, generan sismos como los del mes de septiembre. Otro dato a tener en cuenta, es que la Ciudad de México está construida sobre un lago, tiene un territorio blando, lo que la hace más sensible a los temblores.
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Respondiendo sobre la frecuencia de los últimos terremotos, el SSN declara: “Cuando ocurre un sismo de magnitud considerable, las rocas que se encuentran cerca de la zona de ruptura sufren un reacomodo, lo que genera una serie de temblores en la zona, que reciben el nombre de réplicas. El número de estas puede variar desde unos cuantos hasta unos cientos de eventos en los próximos días o semanas de ocurrido el temblor principal”.
Por esto, solo queda depender del conocimiento y la tecnología, en vez de predicciones sin fundamentos, como la del megaterremoto. Para esto se lee y se alerta por medio de sismómetros o sismógrafos, medidores de tensión e inclinación, así como el uso de magnetómetros.
