La espermatofobia entra en la lista de miedos que pueden presentarse a la hora de tener relaciones sexuales, aunque, no suele presentarse en la mayoría de seres humanos, un grupo de personas considerables puede experimentar este problema.
Aunque para algunas personas existan miedos que les parezcan tontos, estos suelen aparecer hasta en las cosas que parecen mínimas a simple vista, esto no solo ocurre en temas de intimidad, sino también existen las fobias sexuales, fobias a algún alimento, a una actividad, a tener pareja, entre otras.
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Son múltiples las fobias sexuales que existen, pero que muy poco se conocen, puesto que son escasos los sucesos en que estas anomalías se presentan, muchas veces las reacciones pueden ser más exageradas de lo que se cree.
De estos temores pueden nacer ciertas inseguridades en las que se vería afectado el amor propio, bajando la autoestima de la persona, además, puede pasar a ser un tema de más gravedad, perjudicando otros aspectos en el diario vivir.
Expertos aseguran que, el hecho de que alguien padezca de algún tipo de miedo en el acto sexual, no significa que el individuo presente pérdida de apetito en la intimidad, sino que esto lo que hace es incluso llegar a causar un trauma en sí, por la frustración que genera el no poder experimentar por completo esta actividad y tener que cohibirse de ciertas prácticas.
Silvia Carpallo, periodista y sexóloga dice que: "Existen muchos falsos mitos y presiones en torno al sexo, que muchas veces llevan a la persona a tener unas expectativas equivocadas o conceptos mal entendidos que pueden agravar o generar dichas fobias. El conocimiento y la educación sexual pueden ser un arma poderosa en este sentido”.
Una de estas fobias más extrañas es la espermatofobia, que se le conoce como el miedo que le tienen las personas al semen, no solamente en el acto, sino al verlo, olerlo o tener hasta el más mínimo contacto con este.
Asimismo, hay otros temores sexuales como la colpofobia, la gimnofobia o nudofobia, la parafobia, la erotofobia, la medolmacufobia, la falofobia y la agrafobia, entre otras.
Estos miedos se pueden desarrollar a medida de que la persona va explorando en este mundo, sin embargo hay algunos que nacen por algún trauma o vivencia que se haya presenciado en la niñez.
Judith Viudes, experta en sexología, aclara que existen tratamientos específicos para combatir contra estas irregularidades: "Para superarla se trabaja bajo diagnóstico profesional y con técnicas específicas cognitivo-conductuales. También se pueden brindar técnicas de relajación para bajar los niveles de ansiedad y terapia de exposición progresiva”.
