Andrea viajaba en un bus para conocer un lugar llamado ‘La Casa del Árbol’ en Ecuador, en el bus se encontró con la mirada de un abuelo campesino que veía por un solo ojo, con la mirada limpia, pura, real y de la tierra latinoamericana, ella rompió en llanto por todos los recuerdos que le pasaron por la mente.
La periodista y fotógrafa colombiana Andrea Camacho tuvo hace un año la idea de hacer un viaje por Latinoamérica, un viaje personal con el único objetivo de hacer un libro con las mejores imágenes de los paisajes e historias de esta Suramérica. Su idea era empezar en Bogotá y terminar en Punta del Este, Uruguay, bordeando el Pacifico y llegando al Cono Sur, pasando por países como: Ecuador, Perú, Bolivia, Chile, Argentina, Paraguay y Uruguay, su ruta de viaje se llamó ‘ El sur es el norte’. “Se llamó así porque todo el mundo cree que en los países del norte está lo mejor, como Europa o Estados Unidos. Pero nadie da la vuelta al sur, así que quise aprovechar para visitarlo y recorrerlo”, afirmó Andrea a KienyKe.com.
Andrea Camacho inició su viaje el 7 de febrero de 2015 con un itinerario de 17.000 kilómetros, sola y con dos maletas al hombro, en una llevó dos chaquetas, dos jeans, cuatro busos, cinco camisas, un par de zapatillas, un par de tenis, dos pares de botas, chanclas, pantalones cortos y un kit de medicamentos. En su otro bolso llevó dos cámaras, un portátil, lentes, flash, trípode y cargadores, y solo 500 dólares que recibió de donaciones a través de su página web: Elsureselnorte.com, gente bondadosa que apoyó su idea cuando la expuso en redes sociales durante tres o cuatro meses antes de partir.
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Para Andrea Camacho las cosas al principio no fueron color de rosa, algunos jeans, camisetas, el flash y el trípode tuvieron que ser devueltos cuando llegó a Guayaquil (Ecuador), los hombros no soportaron el peso, además, para ella llevar menos es más. Lo que nunca dejó atrás fueron las chanclas.
“No compré absolutamente nada porque sabía que eso me hacía peso en la maleta, así que a cada persona que me regalaba algo le tomaba una foto y le decía que me llevaba el mejor recuerdo de ellas en aquella postal, solo me traje dos imanes que no hacían peso y un vestido que en Santiago me regalaron”, afirmó Andrea
Consejos para viajar por América Latina
Para Andrea Camacho lo primero que debe hacer una persona al viajar es aclarar si lo que quiere vivir es una experiencia de viaje o una aventura, son dos cosas distintas que la gente tiende a confundir. La primera, explica, da conocimiento, la otra es sólo diversión. Por otro lado es importante velar por la seguridad: "No ser carne de cañón".
“Cuanto menos lleves es más, esto es una recomendación para cualquier viaje, a veces tres camisetas sobran, un jean de más es un estorbo, la opción es viajar ligero”, puntualizó Andrea.
La viajera dice que el tema de dar confianza es fundamental para conocer historias de vida, según ella, al dar confianza todo lo bueno llega, por el contrario, si se es desconfiado y encerrado en sí mismo el viaje será aburrido, tanto, que el expedicionario abandonaría la travesía. El miedo y la inseguridad son otras sensaciones que deben dejarse en el puerto de salida.
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Sin dinero y enferma a mitad de viaje
La periodista padeció gastroenteritis al llegar a Arequipa (Perú), estuvo 20 días enferma y se dio cuenta que su seguro médico estaba a punto de caducar. Además los 500 dólares estaban a punto de desaparecer. La propietaria de un hostal la vio tan mal que le brindó ayuda hospedándola y alimentándola a cambio de que trabajara en la recepción durante cuatro horas al día. Otro trabajo que tuvo fue el de conferencista en universidades de distintos países. Así consiguió dinero suficiente para seguir viajando. También vendió postales a los turistas. A veces se alimentaba de atún y pan.
“Al llegar a Machu Picchu en Perú, hice una reflexión del viaje. Al saber que no tenía dinero y que no sabía cómo continuar pensé en abandonar la idea, pero al estar allá, con ese majestuoso paisaje algo me dio una fuerza interna que me dijo que tenía que seguir y que no podía abandonar este viaje a pesar de que me sentía débil”, dijo Andrea.
Lugares que todos deberíamos conocer
“De cada país me llevo recuerdos, en Colombia la comunidad Misak en Silvia (Cauca) fue una experiencia única al escuchar su dialecto y escucharlos en su emisora, eso es algo único, en Otavalo, Ecuador, en el mercado de Poncho, es un sitio muy colorido donde encontré varias historias para mi libro”, argumentó Andrea.
En Perú a Andrea se le quedaron en la mente cuatro lugares muy bellos: las playas de Máncora, Lima, Paracas, lugares que jamás volveré a ver, en Huacachina encontré un oasis en mitad del desierto junto a las dunas de arenas que es suave y distinta.
Cerca a Arequipa conoció el Cañón de Colca donde escuchó instrumentos como la quena y el zampoña. También tuvo el privilegio de ver cóndores en el cielo.
En Bolivia visitó el Salar de Uyuni, el desierto del Siloli, lugares mágicos y silenciosos, "parece que estuvieras en un desierto con unas majestuosas lagunas y alrededor montañas andinas".
También conoció Ushuaia en Argentina, el último punto de Suramérica, que se conoce como el fin del mundo.
Andrea Camacho no se arrepiente de nada sobre su experiencia de viaje, seguirá en la diagramación y edición de su libro en España, donde se unirá a un proyecto cinematográfico. Tomará un descanso para su próxima ruta, le ronda la idea de viajar desde Alaska hasta Panamá recorriendo Norteamérica y Centroamérica. También la seduce visitar el sudeste asiático.
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“Cuando viajas sola, nunca estás sola, siempre te vas encontrando viajeros, gente que cuenta su historia, y al final te das cuenta que conoces personas que te parten el alma y te cambian la vida”.
La periodista que viajó 17.000 kilometros mochiliando
Vie, 19/06/2015 - 15:19
Andrea viajaba en un bus para conocer un lugar llamado ‘La Casa del Árbol’ en Ecuador, en el bus se encontró con la mirada de un abuelo campesino que veía por un solo ojo, con la mirada limpia,