Perder las maletas, hacer transbordo y esperar un vuelo más tiempo del deseado puede ser una verdadera molestia, por lo que estas salas de espera se han acondicionado para convertirse en verdaderos lugares de descanso para los viajeros. Según el último ranking de eDreams, las salas VIP más lujosas se encuentran en los aeropuertos asiáticos y europeos.
Desde el Aeropuerto Suvarnabhumi de Bangkok, el lugar más compartido en Instagram en el 2012 por el particular diseño de Helmut Jahn, hasta el aeropuerto de Munich, les presentamos esta tendencia que busca darle identidad a estos espacios de tránsito, transformándolos en mini hoteles de lujo, que ofrecen servicios variados como masajes, salones de belleza y gimnasio:
Aeropuerto de Múnich
Con el diseño contemporáneo de Erich Gassmann y Assman Tina, está hecho con materiales autóctonos y naturales. El ala VIP está situada en la terminal uno y dispone de 1.200 metros cuadrados con un bar, salas de reuniones, vestuarios y baños privados con ducha. Un espacio funcional y acogedor a la vez, equipado con las más avanzadas tecnologías para aquellos que deseen aprovechar el tiempo trabajando.
Aeropuerto de Helsinki
Trece millones de pasajeros utilizan anualmente la terminal finlandesa. Su sala VIP tiene capacidad para 250 personas, cuenta con seis cabinas de ducha privadas, buffet variado, barra Vía Bar y diferentes áreas de relajación. Puntos de trabajo con equipos IMAC y mesas Powerkiss que permiten la carga de teléfonos móviles de manera inalámbrica.
Aeropuerto Internacional de Sidney
La sala VIP de Qantas Airways, del aeropuerto de Sidney, fue diseñada por Marc Newson. Tiene un área de 2.000 metros cuadrados distribuidos en una planta abierta con vista de 180 grados a la ciudad. El diseñador siempre tuvo presente el sentimiento del viajero que pasa demasiadas horas encerrado en un aeropuerto, así que partiendo de esta anécdota recurrió a la naturaleza, para ofrecer al viajero experiencias humanas que lo desvíen del concepto de incomodidad que se relaciona con el aeropuerto. Un jardín vertical de 30 metros de longitud con más de 8.000 plantas seleccionadas por el experto botánico Patrick Blanc completan la experiencia.
Aeropuerto de Barajas
En el aeropuerto de Madrid las salas están dotadas de un diseño sofisticado para escoger entre dedicar unos minutos a un asunto de trabajo o tomar una siesta. Servicios de catering y una variada carta de vinos con vista al paisaje.
Aeropuerto de Múnich
Con el diseño contemporáneo de Erich Gassmann y Assman Tina, está hecho con materiales autóctonos y naturales. El ala VIP está situada en la terminal uno y dispone de 1.200 metros cuadrados con un bar, salas de reuniones, vestuarios y baños privados con ducha. Un espacio funcional y acogedor a la vez, equipado con las más avanzadas tecnologías para aquellos que deseen aprovechar el tiempo trabajando.
Aeropuerto de Helsinki
Trece millones de pasajeros utilizan anualmente la terminal finlandesa. Su sala VIP tiene capacidad para 250 personas, cuenta con seis cabinas de ducha privadas, buffet variado, barra Vía Bar y diferentes áreas de relajación. Puntos de trabajo con equipos IMAC y mesas Powerkiss que permiten la carga de teléfonos móviles de manera inalámbrica.
Aeropuerto Internacional de Sidney
La sala VIP de Qantas Airways, del aeropuerto de Sidney, fue diseñada por Marc Newson. Tiene un área de 2.000 metros cuadrados distribuidos en una planta abierta con vista de 180 grados a la ciudad. El diseñador siempre tuvo presente el sentimiento del viajero que pasa demasiadas horas encerrado en un aeropuerto, así que partiendo de esta anécdota recurrió a la naturaleza, para ofrecer al viajero experiencias humanas que lo desvíen del concepto de incomodidad que se relaciona con el aeropuerto. Un jardín vertical de 30 metros de longitud con más de 8.000 plantas seleccionadas por el experto botánico Patrick Blanc completan la experiencia.
Aeropuerto de Barajas
En el aeropuerto de Madrid las salas están dotadas de un diseño sofisticado para escoger entre dedicar unos minutos a un asunto de trabajo o tomar una siesta. Servicios de catering y una variada carta de vinos con vista al paisaje.
