Luego de que el Gobierno Nacional, en cabeza del presidente Gustavo Petro, derogara la facultad de la policía nacional para incautar y multar el porte y consumo de dosis personal en espacio público, se llamó desde la Corte Constitucional a los alcaldes de todo el territorio nacional para delimitar las zonas de consumo conciliando la protección de los niños, niñas y adolescentes, como también el libre desarrollo de la personalidad de los consumidores.
En Bogotá, por ejemplo, ya se escuchan algunas voces de cómo podría ser este ordenamiento para avanzar en lo dictado por la sentencia C127 de 2023 por la Corte Constitucional. Al respecto, el concejal José Cuesta dialogó con Kienyke.com sobre las propuestas que “prohibicionistas” que se han presentado en el Concejo y también su propuesta en esta materia.
“Empezamos este año en el concejo de Bogotá con un síndrome de “restrictivitis total”. Entonces los sectores más conservadores, diga usted el Centro Democrático y una buena parte del concejo se dedicaron a radicar unos proyectos de acuerdo inspirados en una lectura absolutamente equivocada de la sentencia C127 porque están inspirados en el prohibicionismo absoluto (...) Todos más o menos en la idea de “coger a palo a la gente que se fume un porro”, refirió Cuesta quien, denunciando la incompatibilidad de los proyectos con la sentencia, decidió proponer otra postura.
“Yo radiqué uno completamente distinto, inspirado en el principio del ‘anti prohibicionismo y dice más o menos lo siguiente: Las autoridades del distrito, el alcalde mayor de Bogotá Carlos Fernando Galán del que estamos esperando la definición en esta materia, tendrá que reconocer por lo menos que en cada una de las 20 localidades se deben destinar 7 mil metros cuadrados, eso significa una manzana, en donde la gente puede disfrutar y ejercer plenamente el derecho al desarrollo de la personalidad”, acotó.
En ese sentido, el concejal invitó a dejar atrás los estigmas, los prejuicios, y abrir las posibilidades de la cultura canábica en Bogotá. Una actividad que va más allá del consumo de marihuana y que abarca temas sociales y culturales. Así como se evidencian en muchos espacios que, hoy por a hoy a pesar de la falta de regulación, ya cumplen este papel en la ciudad.
“Un proceso de apropiación del territorio donde hay espacio para la música, para el arte, para la libertad, para la conformación y construcción de relaciones afectivas de todo orden, diversas… y en medio de esto la gente joven que está apropiándose de estos espacios, de los bosques, del bulevar, consume una cerveza, otros consumen trago y otros, usted se da cuenta, consumen marihuana y seguramente consumen otros tipos de sustancias”, acotó cuesta.
En medio de esta aclaración, el concejal José Cuesta también es claro en asegurar que no está proponiendo un ‘marihuanódromo’ en las localidades, sino que dichos espacios, acordados en compañías de las mesas cannábicas locales, serán escenarios culturales y comerciales en torno a los múltiples usos de la marihuana.
“Yo no estoy pensando en un marihuanódromo (...) Esos espacios podrían ser efectivamente escenarios para que la gente pueda consumir marihuana pero que también, por ejemplo, puedan ser espacios para mostrar una serie de galerías en donde se exhiba con toda claridad qué otro tipos de productos se producen a partir de la marihuana. Entonces le aparecen gaseosas, le aparecen cervezas (...) Pero también puede ser un escenario para recrear, proyectar y exponer todo ese saber ancestral de carácter medicinal que tiene la marihuana. ”, explicó el concejal del Pacto Histórico.
José Cuesta espera que el Concejo distrital tenga toda la “sindéresis racional” para que se debata la delimitación de espacios para el consumo de dosis mínima y se respalde su iniciativa que, a su parecer y en contravía de los demás proyectos de acuerdo, no viola la Constitución de 1991 como sí lo hizo, según él, el alcalde de Medellín Federico Gutiérrez con su decreto para la prohibición del consumo en el espacio público y que se caería en una eventual revisión de la Corte Constitucional.
