Durante audiencia la Fiscalía General de la Nación responsabilizó a Brayan Smith Medina de los delitos de acoso sexual y acto sexual violento agravado por su presunta culpabilidad en el caso de Juana Camila Pérez, mujer que señala al implicado de violentarla sexualmente cuando trabajaba como asesora de un punto de venta Koaj en el centro comercial Gran Plaza, localidad de Bosa.
El ente investigador señaló que, gracias a las pesquisas realizadas por la Unidad de Delitos Sexuales de Bogotá, se pudo establecer que Medina habría aprovechado su cargo como gerente del lugar donde trabajaba la víctima y su posición de poder frente a ella para acosarla sexualmente.
El hostigamiento hacia Juana iba desde comentarios explícitos hasta manoseos indebidos en su cuerpo. Además, el supuesto agresor le recordaba constantemente a la mujer que era su jefe para que no dijera nada de lo que estaba sucediendo al interior del local.
“Tocamientos contra su voluntad de los senos, de las piernas, de los glúteos, donde en una de esas últimas actuaciones se le quería obligar a darle un beso, forzándola, inclusive bajándole el tapabocas, dejando a esta mujer en estado de inferioridad”, señaló la Fiscalía durante la audiencia.
Luego de ser rechazado en distintas ocasiones, Medina presuntamente empezó a coaccionar a la víctima advirtiéndole que podía ser despedida si no accedía a sus deseos. Al ver que la situación estaba escalando, Juana interpuso una acusación contra el sujeto ante Koaj pero, según la fiscal del caso, la compañía actuó frente al hecho solamente cuando la mujer señaló al exgerente a través de su cuenta de Instagram.
Por otro lado, la entidad judicial manifestó que, por lo vivido dentro del ambiente laboral, Juana presenta secuelas relacionadas a su estado mental y emocional y que estas afectaciones la han llevado a atentar contra su integridad física.
“Todos esos tocamientos en sus partes íntimas se hicieron contra su voluntad y le han generado un daño físico y psicológico pues ella constantemente ha estado incapacitada, por el nivel de estrés que presentaba, pues no veía cómo resolver la situación. Sufrió depresión, fue medicada y toda esta situación la lleva a un intento de suicidio”, puntualizó la Fiscalía.
Tras la imputación, Brayan Smith Medina negó su responsabilidad en los actos punibles de los que se le acusan y defenderá su inocencia durante las próximas diligencias judiciales. Se conoce que la pena que podría pagar el acusado en caso de ser declarado culpable podría ser de 10 a 24 años de reclusión intramural.