La excongresista Aida Merlano Rebolledo, protagonista de uno de los episodios más mediáticos de la política reciente en Colombia, pagará 42 meses y un día de prisión tras aceptar su responsabilidad en el delito de fuga de presos. El acuerdo fue avalado este viernes 5 de diciembre por la jueza 18 penal del circuito de Bogotá, quien dio luz verde al preacuerdo alcanzado entre la defensa de Merlano y la Fiscalía General de la Nación.
El fallo se relaciona con la recordada fuga de octubre de 2019, cuando Merlano escapó durante una cita odontológica en el norte de Bogotá. El episodio, captado en video y ampliamente difundido, se convirtió en uno de los escándalos más sonados del país, al punto de desencadenar una intensa búsqueda que concluyó meses después con su captura en Venezuela.
La jueza negó la prisión domiciliaria solicitada por la defensa
Aunque la excongresista aceptó su responsabilidad y acordó una pena reducida, su defensa había solicitado dos beneficios adicionales: la suspensión temporal de la ejecución de la pena y la autorización para cumplirla en prisión domiciliaria en Barranquilla. Sin embargo, ambas peticiones fueron negadas.
La defensa argumentó que Merlano tenía arraigo en el Atlántico, presentando documentos que acreditaban un lugar de residencia para cumplir la condena en casa. Pero la jueza concluyó que estas evidencias no eran suficientes para garantizar su permanencia en Colombia.
“Establecer un arraigo no es solo fijar una dirección”, afirmó la jueza. “Las actitudes que ha presentado la señora Aida Merlano indican que no le interesa permanecer en un lugar determinado”. Según la funcionaria judicial, tanto su fuga en 2019 como su posterior traslado a Venezuela demostraron un riesgo evidente: “Los hechos hablan por sí solos (…) esta persona tiene la posibilidad de abandonar el país y no le importa dejar atrás su arraigo familiar”.
El preacuerdo: un punto de quiebre en el proceso
La aceptación de cargos por parte de Merlano surgió el pasado 6 de noviembre, cuando su defensa confirmó que había logrado un preacuerdo con la Fiscalía. Este mecanismo redujo su condena a tres años y medio, una medida que, en condiciones normales, abriría la puerta a la prisión domiciliaria. Sin embargo, el antecedente de fuga pesó más que los beneficios que suelen derivarse de estos acuerdos.
Expertos consultados consideran que la decisión de la jueza envía un mensaje sobre la importancia del cumplimiento de las medidas de aseguramiento y el riesgo que representa para la justicia una persona con antecedentes de escape.
- Le puede interesar: Corte Suprema ratifica condena de Aida Merlano
Un caso que sigue generando repercusiones políticas
La fuga de Aida Merlano no solo generó conmoción judicial, sino también fuertes repercusiones políticas, especialmente por sus posteriores declaraciones desde Venezuela, en las que involucró a figuras regionales en presuntos hechos de corrupción electoral.
Con este preacuerdo avalado, el proceso penal por la fuga llega a una fase definitiva, aunque la excongresista aún enfrenta otros expedientes en curso. Por ahora, deberá seguir privada de la libertad en la cárcel El Buen Pastor, donde cumplirá la pena impuesta.
