El éxito de las elecciones de Congreso y Presidencia en Colombia en el año 2026, dependerá de la posibilidad de identificar los desafíos que afrontará esta nueva cita con las urnas. La buena noticia es que estos elementos, ya están todos en el radar institucional.
Procuraduría General, Registraduría Nacional, Contraloría General, Contraloría de Bogotá y los personeros del país, actuarán de forma sólida para garantizar una absoluta Paz Electoral.
Aquí les presento algunos de estos retos:
- Disipar las dudas sobre la realización de elecciones: El primer reto es desmontar cualquier narrativa que insinúe riesgos para la convocatoria electoral. Colombia votará en 2026, sin lugar a dudas.
- Indebida participación en política de servidores públicos: Hay que blindar el proceso frente a funcionarios que quieran tomar partido con recursos estatales. El control disciplinario de la Procuraduría será clave.
- Inseguridad en algunas regiones del país: Persisten amenazas y restricciones a candidatos y votantes en territorios afectados por violencia. El ministerio de Defensa aseguró que con el Plan Democracia se permitirá que todos voten.
- Noticias falsas y desinformación digital: La mentira se volvió un arma electoral. Se necesita alfabetización digital y reacción institucional inmediata ante contenidos manipulados.
- Influencia de las encuestas: Las mediciones, usadas como herramienta de poder, pueden alterar decisiones ciudadanas. Con la nueva ley que las regula, es posible revertir la manipulación.
- Calidad de los debates y de las propuestas: Menos show y más contenido: la política necesita altura y conocimiento. El debate público debe poner ideas por encima de ataques.
- Bots y manipulación algorítmica: Las bodegas ya se asoman con vehemencia, las conversaciones artificiales pueden inflar candidatos o destruir reputaciones. La tecnología debe servir al votante, no engañarlo.
- Compra de votos y corrupción electoral: La vieja trampa sigue viva en muchos municipios. Todos los organismos deben estar en función de neutralizar esta práctica.
- Financiación ilegal de campañas: El dinero oscuro distorsiona la competencia. La trazabilidad económica debe ser transparente y en tiempo real.
- Excesivo número de candidatos presidenciales: La proliferación de aspirantes es una advertencia que hizo el Procurador General Gregorio Eljach, esto confunde al electorado. Se debe recuperar seriedad en la postulación.
Los desafíos están identificados. El liderazgo, vigilancia y voluntad institucional permitirán que las elecciones de 2026 gocen de transparencia, seguridad y participación. Y que se respeten los resultados.
